Este lunes una fatídica hoja anunciaba a los clientes que "el próximo sábado 29 de julio el Forn des Paners cerrará sus puertas". El adiós se ha adelantado diez días. Su propietaria Margalida Gelabert está desolada. Apenas puede hablar en las últimas horas del despacho de pan y empanadas que le han granjeado fama a los largo de sus más de cien años. Se da la circunstancia de que hoy arranca la Ruta del llonguet, y el des Paners era uno de los más sabrosos de Palma.

El motivo del cierre de este negocio, situado en Paners, 7, a dos pasos de la plaza de Cort, es la falta de relevo generacional. Las hijas de la propietaria no quieren seguir. "Tienen sus carreras, y hornear es muy sacrificado", dice con la voz entrecortada la que ha sido la mano firme del negocio desde los últimos 17 años.

La panadería, que ha impregnado el barrio del olor del anís ­uno de sus productos estrella son las galletas de anís-, ha sido propiedad de dos familias, los Enseñat y los Gelabert, éstos últimos desde 1970. En 1985 hicieron una reforma que ayudó a comercializar los pasteles ya que el horno no era suficiente con las exigencias de los paladares contemporáneos.

Contó entre sus clientes con integrantes de la Casa Real, a los March y al actor Javier Bardem. Hoy Palma llora porque se queda sin otro negocio que hacen ciudad.