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Los niños llenan Ses Voltes

La primera edición de la Diada Infantil ofrece actividades lúdicas y educativas bajo la Seu

Diada infantil a Ses Voltes

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Los niños no quieren pasear por los abarrotados puestos de productos tradicionales el Día de les Illes Balears, sino meter las manos en el barro, montar figuras de Lego, crear pulseras mágicas o bailar en brazos de sus madres. Eso es lo que pudieron hacer ayer en la primera edición de la Diada Infantil, que convirtió el recinto de Ses Voltes, bajo la Seu, en un micromundo de actividades en el que la diversión iba de la mano del conocimiento. Por ejemplo, quienes participaron en alguno de los tres talleres de arqueología aprendieron con la práctica que el origen de las islas es talayótico, fenicio y romano; y lo hicieron construyendo un talayot de barro, piedra y cola; un barco de la época púnica con siete piezas de cartón corrugado; y un mosaico romano con teselas hechas a mano y que los niños podían cortar.

"Queremos que se conviertan en auténticos arqueólogos, por lo que les disfrazamos de personajes de cada época para que vivan la historia del archipiélago", explicó la responsable de Gestión Diversa y el proyecto Diver Arquitectos, Nuria Jiménez, mientras el grupo de la mañana creaba pequeños y elaborados talayots.

A unos pasos de la prehistoria se encontraban las mesas del siglo XXI y los niños 2.0 creando robots de Lego y programándolos con las instrucciones que seguían en una tableta. "Lo pueden hacer a partir de cinco años con el programa Scratch Junior, que va por bloques y es muy fácil", aseguró el gerente de la academia Tecnoaprendo, Sergio Úbeda. El pequeño Omar, de cinco, creó un coche de WeDo en el que programó -con ayuda del responsable- la potencia y que se parase cuando encontrase un objeto, entre otras cosas. Y había niños mayores, como Marcel, de 11 años, que sabían "programar con Mindstorms sin utilizar las instrucciones", destacó.

Ses Voltes estaba de bote en bote con niños y padres paseando para elegir alguna de las muchas actividades y talleres organizados por Peque Páginas. Podían probar la experiencia de caminar con zancos o esquís en los que cabían cuatro niños, jugar a la rayuela o transformar sus suaves caras con purpurina y pinturas de colores. También había talleres para hacer chapas y "pulseras mágicas", las creadas por el grupo de música y animación infantil Mel i Sucre, que pasado el mediodía se subió al escenario para hacer bailar a los cientos de asistentes con su nuevo espectáculo, De Colors.

Una hora antes una veintena de madres -y el animado padre Xavi Fuster con el pequeño Jon- se apuntaron a Bailando con Mamá, donde movieron el esqueleto con sus hijos en brazos. "Mamá feliz, bebé feliz", resumió la profesora, Ivonne Noa, quien explicó que esta actividad "es una terapia para todos y lo único que se necesita es un portabebés ergonómico".

No faltaron en Ses Voltes las mesas solidarias, como la de SOS Mamás, que recibió numerosas donaciones de ropa infantil, leche -muy demandada- y juguetes para los hijos de las víctimas de violencia de género.

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