El colegio de las Escolàpies pide al Ayuntamiento que reabra las instalaciones deportivas de Can Baró, ya que las utilizaba en alquiler desde hace seis cursos para la asignatura de Educación Física debido a que el patio del centro educativo de la calle Joan Crespí es pequeño. Sin embargo, el equipamiento público tuvo que ser clausurado en octubre por una sentencia judicial, por lo que los alumnos de Secundaria tienen que hacer las clases de gimnasia en el patio a la vez que el tiempo de recreo de los estudiantes de Educación Infantil y Primaria, con las dificultades y peligros que conlleva.

El Institut Municipal d´Esports (IME) conoce este problema y está "trabajando en un proyecto para levantar una pared con la que mitigar el ruido" que causa a los vecinos el uso de la pista de Can Baró, tal como denunciaron varios en los tribunales. El juez les dio la razón y dictó en su fallo la necesidad de adoptar "medidas correctoras" con el fin de evitar molestias a los residentes. Desde Cort estudian la mejor solución posible, aunque carecen de una fecha prevista de reapertura.

El Institut Municipal d´Esports se puso en contacto con el centro educativo a finales de año para saber qué inconvenientes había causado la clausura dos meses atrás y la directora pedagógica de las Escolàpies, Maria Antònia Matas, respondió en una carta que, entre otras cosas, compartir el patio ha provocado accidentes con la pelota. "Otro aspecto que hay que tener en cuenta -añade- es la calidad de las clases de Educación Física", debido a que el profesor había programado toda la materia para realizarla en las pistas y "no poder utilizarlas ha supuesto una reformulación de la asignatura y la metodología, que ha afectado a su calidad".

Además, tal como explicó ayer, tuvieron que modificar horarios de clase en Infantil, Primaria y Secundaria, ya que la asignatura de Educación Física se realiza dos veces por semana, por lo que hubo que cambiar la planificación del centro.