Antoni Vera aseguró ayer que tenía "una alta estima" hacia uno de los policías locales, que había ocupado el cargo de jefe de la unidad de los GAP y que ha sido uno de los que ha destapado la trama corrupta. Este policía tuvo que abandonar este destino. Ha sufrido represalias por parte de otros compañeros y ha sido perseguido laboralmente por los mandos policiales. Sin embargo, ahora Vera aseguró que trató por todos los medios de que este policía continuara ocupando esta plaza de mando en la unidad, con categoría de subinspector interno, pero que por razones legales, que no especificó, no fue posible y tuvo que cambiar de destino. El fiscal le cuestionó que colocara en su lugar a uno de los oficiales que supuestamente había copiado en las oposiciones internas, perjudicando a un policía que tenía muchos más méritos para ocupar esta plaza.

Categoría

En su declaración, y a preguntas del fiscal Subirán, Vera aclaró que como funcionario de carrera dentro de la Policía Local llegó a la categoría de subinspector. Por encima de esta categoría está la de inspector, mayor, comisario y, por último, la de intendente. Vera, aunque teóricamente no tenía la categoría laboral para ser nombrado jefe de la Policía Local, el Ayuntamiento de Palma le eligió para que ocupara este cargo de máxima responsabilidad. Vera aclaró ayer que en la escala interna pasó de subinspector a intendente de forma directa por un concurso oposición. A esta prueba se presentó, según recordaba, un militar, los comisarios Morey y Mut y alguna persona más. El concurso era libre y el único requisito era disponer de una licenciatura. En su caso, tiene la carrera de psicología. El antiguo intendente, que en la actualidad ha regresado a la categoría de subinspector, aseguró ayer que fue elegido para ocupar esta plaza de responsabilidad porque "tenía más méritos que otros opositores". Sin embargo, a los meses tuvo que dimitir por el escándalo de las oposiciones.