El departamento de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Palma, dependiente de la concejalía de Infraestructuras, prevé talar a lo largo del presente año 37 árboles por su elevado riesgo de caída sobre la calzada. Además, el futuro de otros quince ejemplares está pendiente de un estudio de estabilidad más detallado, que determinará si se aplican medidas correctivas de poda o si deben abatirse como los anteriores.

La jefa del departamento de Parques y Jardines, Imma Gascón, explica que desde el año 2012 Infraestructuras está aplicando en las alineaciones arbóreas de la ciudad el denominado Plan de Gestión del Arbolado Viario, aprobado por el Ayuntamiento en el mes de junio de este año.

Este plan, que recoge los principios de la denominada carta de Barcelona firmada en el pleno de junio de 2008 sobre los derechos del árbol en la ciudad, trata de combinar la protección del patrimonio arbóreo de Palma con las premisas de garantizar la seguridad para el usuario y la mejora de la calidad de los ejemplares, de forma que en un futuro se disponga de mejores árboles y más seguros.

Por ello, el plan contempla la aplicación de medidas preventivas con la búsqueda de nuevos emplazamientos, la anulación de posiciones ocupadas actualmente, cambios y selección de nuevas especies. También se realizan podas periódicas de formación y, si es necesario, excepcionales.

En las medidas correctivas se incluye, a su vez, la aplicación del denominado plan de gestión del riesgo, que clasifica a los 33.610 árboles existentes en las calles de la ciudad en ejemplares de riesgo bajo o normal, medio, alto y muy alto.

En el primer caso se realizan labores de mantenimiento rutinario. Cuando el riesgo de caída del ejemplar o de una rama es calificado como medio, tras el diagnóstico, se procede a reducir o eliminar la rama, la reducción de la copa y, si es necesario, se procede a su anclaje.

Los ejemplares cuyo riesgo de caída está calificado como alto, además de las labores anteriores, se les somete a revisiones periódicas que puede incluir la decisión de abatir el árbol si la situación empeora.

Por último, en el caso de los ejemplares cuyo riesgo de caída es muy alto se procede a su tala. En estos casos, tal como puntualiza Gascón, la retirada del ejemplar siempre de produce cuando el riesgo de caída no puede eliminarse mediante actuaciones de poda. En ocasiones también se atiende a otros criterios como la mejora de la calidad del arbolado, afecciones por obras o de responsabilidad patrimonial.

De esta forma, entre 2011 y 2014 se han talado 180 ejemplares, 48 en 2012, 86 en 2013 y 46 en 2014. Un total de 80 ejemplares fueron talados por suponer un alto riesgo de caída según los parámetros del plan, 11 por vuelco no previsto, 23 tras producirse un vuelco programado, 12 por obras, 26 por responsabilidad patrimonial, 19 por mejora de la calidad y 9 debido a los problemas ocasionados por las raíces.

A lo largo del presente año se han realizado actuaciones o se van a realizar en la calle Santa Fe, con la tala de 8 ejemplares del Celtis por mejora de la calidad. En la calle Puig de Randa, se abatirán dos pinos debido al riesgo de caída, en Cala Blanca se procederá a la retirada de 14 parkinsonias por la mejora de la calidad de los ejemplares, en Miquel Massutí se abatirá 1 sófora por responsabilidad patrimonial y en Celia Viñas se talarán 122 parkinsonias, también por mejora de la calidad de los ejemplares.

Por su parte, la coordinadora general del departamento de infraestructuras, Virginia Abraham, informó del cambio introducido en el plan de gestión del arbolado con el fin de garantizar que todos los ejemplares que se talen por motivos de seguridad u otros sean repuestos, si no en el mismo lugar, en la misma barriada en lugar de en cualquier otro punto de la ciudad.

De esta forma, con la incorporación de este criterio de "compensación por barrio" se pretende que una determinada zona de la ciudad no pierda ejemplares como consecuencia de la aplicación del plan de gestión.