La empresa municipal Emaya retiró ayer la bibliocabina que fue instalada en la Rambla hace una semana. Un empleado de limpieza quitó a primera hora de la mañana los libros y estantes de madera colocados en el interior de una vieja cabina telefónica en desuso. A continuación lo tiró todo a la basura y siguió su ruta de limpieza, tal como presenció un testigo. Los impulsores de la iniciativa de crear una pequeña biblioteca en el espacio público de Palma, como se hace en otras ciudades, explicaron lo sucedido ayer en su página de Facebook (#estoesunabiblio) y anunciaron que en breve instalarán otra con más libros para que puedan ser cogidos e intercambiados por la ciudadanía.
Varios seguidores, de los más de 400 que tienen en la red social, han dado ideas sobre nuevos emplazamientos donde pueden instalar bibliocabinas, como por ejemplo en el paseo Mallorca 32, la plaza París con s'Escorxador y enfrente de la Cruz Roja.
