­A las puertas de la asamblea anual del PP de Palma era el tema estrella. ¿Quién será el candidato a la alcaldía? "Es la pregunta que todos tenemos", decía un militante. "No sé yo si habrá sangre", comentaba otro. Pero el presidente local del partido rehuyó desvelar la incógnita. "No me preocupa el candidato, me preocupa un partido unido", afirmó José María Rodríguez.

El líder del PP palmesano no solo evitó la polémica que rodea a su partido en las últimas semanas, también eludió dar su apoyo explícito al actual alcalde: "Pondremos a la mejor persona, a Mateo Isern o a aquella que creamos más conveniente para representar al PP en el municipio de Palma".

"Isern ha de decir si quiere repetir o no y después la junta territorial verá quién es la mejor entre las personas que aspiren. No hay nadie vetado", agregó el presidente del PP de Palma.

Rodríguez aseguró que la formación tiene 6.000 afiliados en la capital y 5.999 posibles "magníficos candidatos", ya que él no luchará por la alcaldía de la ciudad.

De momento, el número uno del PP de Palma piensa mantenerse al frente del partido pese a estar imputado desde noviembre de 2012 en el caso Over de presunta financiación ilegal del PP: "Es verdad que me imputaron hace dos años, pero no se ha vuelto a saber nada más. No será tan grave la cosa, ¿no?".

Para hoy se ha convocado la junta insular del PP "en la que se dará la pauta de cómo se elegirán las personas que encabezarán las listas en cada uno de los municipios", recordó Rodríguez.

El alcalde de Palma, Mateo Isern, se mostró cordial con el presidente del PP palmesano delante de los periodistas. "¿Cómo va a haber sangre? El presidente y yo siempre hemos tenido un trato exquisito el uno con el otro, coincidamos o no al cien por cien", replicó Isern, que ignora si tendrá el respaldo de su partido para encabezar la lista electoral: "Cuando sea el momento lo veremos".

Durante la hora y media de la asamblea de ayer, la junta directiva del PP de Palma rindió cuentas ante los casi 300 afiliados que acudieron a la reunión. Algunos militantes aprovecharon para mostrar su apoyo público a Isern; otros hicieron todo lo contrario. Aunque no hubo sangre, algunos asistentes sí percibieron división interna.

Durante el acto, Rodríguez aprovechó para dar un toque de atención a la militancia y arengarles a "trabajar" para el partido, porque el año electoral está a la vuelta de la esquina.