El presidente de la Empresa Municipal d´Aigües i Clavegueram (Emaya), Andreu Garau, confirmó ayer ante el pleno del Ayuntamiento constituido en junta general de accionistas de la compañía pública municipal que el próximo año se mantendrán las actuales tarifas de agua, alcantarillado y recogida de basuras tal como, por otra parte, era el deseo manifestado en varias ocasiones por el alcalde, Mateo Isern.

Garau afirmó que 2013 "ha marcado un punto de inflexión en la gestión de Emaya", por cuanto, entre otras cuestiones, se ha conseguido "un beneficio de casi 10 millones, el más alto en la historia de la empresa". Indicó que estos resultados económicos han sido posibles gracias a una política de "ahorro, racionalización y eficiencia", cuya ejecución "no ha sido fácil", aunque manifestó su convencimiento de que "es la única posible".

En este sentido, abundó en su convencimiento de que "la eficiencia es la única opción posible para hacer viable en un futuro la empresa", puesto que, con ello, "se ha conseguido recuperar su solvencia" y poder destinar este año 15,5 millones de recursos propios a reparar "déficits históricos de infraestructuras básicas". Destacó asimismo que "más de 4.000 familias" con escasos recursos han obtenido una rebaja del 75 por ciento de la tarifa de agua y anunció que están haciendo esfuerzos para poder abonar la paga de Navidad tal como acordaron con los representantes sindicales.

Por su parte, el concejal socialista Andreu Alcover aseguró que "el punto de inflexión" comenzó en 2009, cuando la empresa consiguió un superávit de 600.000 euros, mientras que Neus Truyol, de Més, reprochó al presidente su "falta de capacidad para resolver los conflictos que surgen, y más después de su abandono del consejo de administración".