El yate Katara, embarcación que inicialmente fue construida para el emir de Catar y que está considerada como una de las mayores embarcaciones de recreo existentes, recaló en el puerto de Palma. Llegó la semana pasada. Ya estuvo unos meses atrás.

Fue construido en Bremen, en Alemania, en los astilleros Lurssens, especializados en este tipo de barcos y entró en servicio en agosto del año 2010, por encargo del emir de Catar. Sus dimensiones son 124,35 metros de eslora, 19 de manga máxima y 5, 6 de calado. Tiene un desplazamiento de 7.922 toneladas, y está dotado de dos motores capaces de imprimirle una velocidad máxima de 20 nudos, siendo su casco de acero y la superestructura de aluminio.

Puede llevar unos 34 invitados y su tripulación la componen unos 95 miembros.

Cuenta con un sistema de estabilizadores capaces de actuar incluso con el barco parado, así como de helipuerto, piscina, gimnasio, jacuzzis en cubierta.

Como suele ser habitual, no se conoce demasiado de sus interiores. Eso sí, parece ser que su actual propietario pertenece a la familia real Catarí, y según las estimaciones de los especialistas, su coste fue de unos 300 millones de dólares.