La Empresa Municipal d´Aigües i Clavegueram (Emaya) ha despedido a dos jefes de taller contratados hace un año por la actual dirección pese a que han conseguido ahorrar más de 700.000 euros en suministros en tan solo 365 días.

Los afectados, a los que se les comunicó ayer la carta de despido después de que el consejo de administración del pasado viernes, con el voto en contra del PSOE y Més, han anunciado que van a presentar ante la fiscalía una serie de documentación en la que se demuestra presuntamente, entre otras cuestiones, el abono de facturas por trabajos no realizados.

Por su parte, el presidente de la empresa municipal, Andreu Garau, manifestó que el despido de estos dos cargos intermedios obedece "exclusivamente a una cuestión organizativa de la empresa" y al hecho de "no haber alcanzado los objetivos fijados cuando se les contrató". Al respecto, indicó que "no ha habido ningún problema con su trabajo más que una falta de adaptación y un incumplimiento de las expectativas unido a la ausencia de coordinación entre ellos".

Por su parte, el hasta ahora responsable de organización de los talleres y de gestión de proveedores, Luis Ruiz, y el ingeniero industrial jefe de servicio y jefe de formación del personal, Xabier Biela, se defienden de las acusaciones alegando que han hallado una serie de cuestiones en el funcionamiento de los talleres que calificas como de "incómodas" para la actual dirección.

Al respecto, Ruiz manifestó que uno de los primeros trabajos que realizó cuando en enero del año pasado asumió la dirección de la organización de los talleres fue la asunción del cambio de los neumáticos de los vehículos. Afirmó que las dos empresas contratistas de este servicio ponían ruedas que no estaban en el contrato de suministro. En concreto, en la sección de barredoras instalaban ruedas que no se incluían en el contrato. Afirma que "se instalaban ruedas se segunda marca, cuyo precio es de 20 ó 30 euros, y cobraban a la empresa 100 euros".

Con la asunción de la instalación de las ruedas por parte del personal del taller de Emaya se ha conseguido ahorrar en un año 93.000 euros. En el caso de las barredoras, el perjuicio para la empresa municipal de montar ruedas no apropiadas para estos aparatos no sólo era económico, sino que provocaban la deformación de estos elementos, puesto que no aguantaban la presión de la máquina y se deformaban.

Para Ruiz y Bielda, lo más sorprendente de esta situación fue que cuando paralizaron la facturación por parte de las dos empresas suministradoras de neumáticos, el gerente de Emaya les indicó que debían de pagar unos albaranes que, según ellos, ya estaban abonados, por lo que la empresa habría pagado al proveedor de servicios dos veces por el mismo trabajo realizado.

Una de las primeras decisiones adoptadas por los nuevos responsables ahora despedidos, fue algo que funciona en cualquier empresa privada: todos los trabajos debían ser visados por los responsables y la factura debía ir acompañada del número de pedido. En caso contrario, no se abonaba.

A partir de este momento Luis Ruiz y Xavier Biela constatan una progresiva disminución del cambio de ruedas y de los servicios realizados por las empresas contratistas puesto que se ciñeron estrictamente a los términos del contrato.

Otra de las cuestiones detectadas, a la que pusieron fin los nuevos gestores, consiste en la práctica de utilizar carcasas de los camiones de la empresa para recauchutar. No obstante, cuando las entregaban se cobraban como si el bastidor no hubiera sido suministrado por Emaya.

En enero de 2013, pese a que los talleres de Emaya cuentan con 38 operarios, buena parte del trabajo se externalizaba y se subcontrataba con otras empresas. Ruiz organizó las tareas de tal forma que a cada operario le asignó un cometido específico en función de lo que sabe hacer cada uno.

De esta forma se consiguió reducir en un año el trabajo encargado a talleres externos hasta el punto de que se han ahorrado casi 600.000 euros en tan solo un año.

Ambos exdirectivos aseguran que, pese a que el taller está "sobredimensionado" por lo que respecta a recursos humanos, los trabajadores "han respondido en todo momento a los cambios y mejoras introducidos".

Una de las cuestiones que ambos exempleados han constatado consiste en que el gasto de material que se ha producido en 2013 ha sido similar al de 2012, lo que significa que en este último año se compró el mismo volumen de piezas con un 60 por ciento menos de trabajo.