El gerente del Consorci Platja de Palma y teniente de alcade de Turismo, Álvaro Gijón (PP), prometió que los comercios actuales tendrían un plazo muy largo para adaptar su estética, para que evitar grandes desembolsos. No obstante, el borrador de la ordenanza contradice las palabras del concejal. Todos los negocios de la Platja de Palma -a excepción de los hoteles- deberán cumplir con la norma en un año tras su entrada en vigor.

"Las normas se exigirán a los responsables de la actividad tanto en aquellos establecimientos abiertos en la actualidad como a través de la concesión de nuevas licencias de apertura o traspaso de locales que se otorgue a partir de la vigencia de esta ordenanza", reza el redactado.

Gijón también aseguró que el texto limitaría los abusos de ocupación de la vía pública, una cuestión que preocupa y molesta a los vecinos del área comprendida entre Can Pastilla y s´Arenal. No obstante, la breve norma no incide en este aspecto ni pretende limitar el número de metros cuadrados de acera que ocupa cada local.