La Empresa Municipal d´Aigües i Clavegueram (Emaya) ha conseguido "ahorrar" más de 16 millones desde que, en 2010, su administración pasó a depender provisionalmente del área de Hacienda. Después de la "expulsión" de los concejales de UM del equipo de gobierno en el anterior mandato, se consiguió un ahorro en menos de un año de casi 9 millones en relación a los gastos anteriores en materia de contratación. A esta cantidad hay que añadir otros ocho millones conseguidos por los actuales gestores, con el teniente de alcalde de Medio Ambiente y presidente de la empresa al frente, Andreu Garau.

Esta última cantidad se ha conseguido entre junio de 2011 y julio de 2012. Un total de 5,3 millones de los ocho corresponden al capítulo de gastos de personal, "sin que ello haya supuesto vulnerar el compromiso adquirido por el teniente de alcalde, consistente en mantener los puestos de trabajo y no aplicar reducciones salariales excepto aquellas que vengan impuestas por el Gobierno central", se asegura en una nota difundida por Cort. Los 2,74 millones de ahorro restantes se han obtenido aplicando medidas de contención del gasto que afectan principalmente a los capítulos de compra de material, subcontratación de trabajos y gastos diversos de explotación.

Emaya acumulaba en mayo de 2011 una deuda reconocida por parte de las administraciones central, autonómica y local de 30 millones de euros. Por ello, una de las primeras tareas del actual presidente de la empresa consistió en el diseño de un denominado plan de austeridad y de reorganización y optimización de recursos tanto mecánicos como humanos.

Desde la empresa se asegura que los primeros frutos de este modelo de gestión son "consecuencia directa de la profesionalización del equipo de dirección por lo que respecta a Recursos Humanos, Operaciones, Control de Riesgos y auditorías, además de una apuesta decidida por la tecnificación del área de Medio Ambiente.