El 85% de las demandas que la Policía Local recibe anualmente están relacionadas con tareas de prevención, mediación en un conflicto e intervenciones leves.

Quienes las resuelven son los agentes de proximidad, tal como explicó ayer el grupo municipal del PSOE, que denuncia que "la drástica reducción de los citados policías (han pasado de 330 a 185)" y su "arrinconamiento" está aumentando los problemas de convivencia. Además, con su disminución, Cort renuncia a "la mayor fuente de información del Ayuntamiento, porque la policía de proximidad es quien conoce cómo estan las infraestructuras de la ciudad; es una fuente para Servicios Sociales, porque sabe dónde se encuentran los focos de marginalidad; así como para Emaya, los colegios, Urbanismo, etc.", como enumeró el concejal Antoni Donaire.

Pone como ejemplo que la nueva "policía reactiva" que ha impulsado el equipo de gobierno de Mateo Isern "es la aspirina que quita el síntoma del dolor de cabeza, pero no cura. El efecto dura mientras la policía está allí", en el lugar del conflicto, aunque como se están incrementando porque no se previenen, estos nuevos agentes "al final se verán desbordados", en palabras de quien fue concejal de Seguridad Ciudadana durante la pasada legislatura.

"Vamos a recuperar imágenes del pasado, como gente que se droga frente a nuestras casas o a las puertas del juzgado", afirmó sobre lo ocurrido recientemente en el barrio de sa Gerreria.