El departamento de inspección de la dirección general de Farmacia ha actuado con celeridad en el caso de la aparición de varios envases de Dolethal, un medicamento eutanásico de uso exclusivo veterinario, en un comercio chino del barrio palmesano de Pere Garau. Con tres mililitros del compuestos se puede acabar con la vida de un niño de tres años.

Así, el mismo día en que entró en su departamento la denuncia presentada por el Colegio Oficial de Veterinarios de las islas (COVIB), varios inspectores se personaron en el comercio chino que vendía este peligroso medicamento (Pentobarbital sódico) que los veterinarios usan para matar a perros y gatos de una manera indolora.

Una vez allí, se incautaron de cuatro envases de cien mililitros de Dolethal que permanecían en los estantes de la tienda multiprecio y emplazaron al dueño del comercio a aclarar quién le había suministrado este peligroso fármaco, así como a revelar a quién había vendido los tres envases que, aseguraron en Farmacia, habían sido adquiridos por particulares.

Fuentes del departamento que dirige Martí Sansaloni revelaron que en el comercio chino llegó a haber hasta ocho envases de cien mililitros de Dolethal. Fuentes veterinarias explicaron que la dosis letal que se suele inocular vía intravenosa a los animales que sacrifican es de 1 mililitro del producto por cada cinco kilos de peso, pero que, para asegurarse y procurar una muerte indolora al animal, suelen inyectar diez mililitros por cada veinte kilos de peso.

Tres vendidos

También desde Farmacia aseguraron que requisaron cuatro envases ya que tres habían sido vendidos con anterioridad y que el frasco restante fue el que adquirió el veterinario para presentarlo como prueba con la que fundamentar la denuncia ante su organización colegial.

Desde la dirección general de Farmacia señalaron asimismo que se ha dado diez días de plazo al propietario del comercio chino para que responda a todos los interrogantes que le han formulado sobre este caso que podría llegar a ser considerado como un delito contra la salud pública, dada la peligrosidad del medicamento hallado en su establecimiento. La ley estipula este plazo para que el presunto infractor pueda dar las explicaciones que considere oportunas y no pueda alegar posteriormente indefensión

Al parecer, en las primeras declaraciones que hizo ante los inspectores, el propietario del comercio multiprecio chino dijo que todo había sido "un error del transportista" que le dejó un bulto equivocado que contenía el Dolethal así como collares antiparasitarios que tampoco pueden ser vendidos en una tienda de estas características. Ante esta magra justificación, el departamento de Farmacia confía más en poder seguir la trazabilidad a la que están obligados este tipo de medicamentos peligrosos así como a las especificaciones del lote que figuran en los envases requisados. No hay que olvidar se trata de un fármaco de uso exclusivo de veterinarios que sólo puede ser dispensado por estos profesionales.

Por último, la dirección general recalcó que, una vez pasados los diez días de plazo, si las explicaciones del dueño del establecimiento infractor no les han resultado convincentes, el caso pasará al departamento de sanciones, que procederá a imponer la correspondiente a este caso según el régimen sancionador vigente. Farmacia no se atrevió a aventurar cuál podría ser la sanción que podría ser impuesta a este establecimiento así como si este asunto sería motivo suficiente para cerrarlo de manera definitiva. Por último, el departamento adscrito a Salud explicó que no han indagado sobre si otros comercios del mismo tipo de la zona dispusieran de más frascos de este medicamento porque, alegaron, ellos sólo actúan en base a denuncias.