El contrato de renting o alquiler financiero formalizado hace una década por la EMT para la renovación total de la flota costó a la empresa 60 millones (10.000 millones de las antiguas pesetas) en 10 años. Atitsa, la empresa concesionaria, suministró 112 autobuses, 96 de 12 metros de longitud y 16 de 18 metros. En el mismo contrato se incluía la construcción de las nuevas cocheras de la EMT en un terreno cerca de Son Banya adquirido anteriormente por la empresa. La concesionaria, además de suministrar los autobuses, también se encarga de su mantenimiento, las reparaciones, la limpieza e incluso del suministro del combustible. La propuesta actual es de adquisición en propiedad de 100 autobuses, 22 diésel de 12 metros de longitud y 20 de 18 metros, además de otros 58 propulsados a gas, con un coste de 29 millones.