Síguenos en redes sociales:

Opinión. Descontrol y desmadre total en la Funeraria

Llama la atención que en una empresa pública como es la Funeraria de Palma –lo de la Sociedad Anónima no es óbice para que su capital siga siendo 100% municipal– un gestor pueda presuntamente e impunemente desviar dinero hacia su bolsillo y el de sus compinches. Este hecho denota que durante décadas también han fallado todos los controles habidos y por haber, tanto políticos como administrativos. Está claro que, al margen de las responsabilidades penales que en su caso corresponde determinar a la justicia, no sólo Óscar Collado debe responder ante los ciudadanos en su calidad de contribuyentes.

Pulsa para ver más contenido para ti