Los comerciantes de Capità Vila y Manacor están cansados del vallado

"La molestia que nos genera a los comerciantes el vallado que colocó el Ayuntamiento ha dejado de ser el problema principal, porque el más importante es que en cualquier momento va a haber otro desprendimiento y algún peatón saldrá herido", asegura el propietario del bar Valencia, ubicado a pasos de la esquina entre Capità Vila y Manacor. Uno de los balcones de esta finca de más de cien años sufrió un desprendimiento hace tres meses y, desde entonces, ha sido vallada para proteger a los viandantes en caso de un nuevo desprendimiento. Pero varios comerciantes de esta esquina, según pudo comprobar este periódico, tienen "saturada la paciencia" debido a que la eventual reforma se dilata, al parecer por problemas entre los propietarios de esta finca. "Mientras, el pato lo pagamos nosotros y la seguridad de los viandantes sigue sin ser la óptima", dice una comerciante.