El Conservatori Superior de Música de les Illes Balears acogió ayer la clausura del primer curso de luthier organizado en la Escola d´Oficis Artesans Sa Gerreria. Pere Fiol y su socio, Paco Forteza, han sido los maestros que han enseñado a los alumnos a construir su propio guitarró mallorquín.

-¿Cómo evalúa el desarrollado de su taller?

-El curso era de 80 horas, repartidos en dos meses, con una calidad en el alumnado altísima. Se han hecho autenticas filigranas. Nueve maravillas que son piezas únicas, cada una con su personalidad.

-¿Que caracteriza el guitarró mallorquín?

-Los grupos de ball de bot lo utilizan en la música folklórica para la sostenibilidad rítmica y armónica. Es un instrumento muy agudo, que resalta sobre los otros. El batido que se hace sobre sus cuerdas lo convierten en un instrumento más percusivo que armónico.

-¿Por qué el taller decidió construir un guitarró?

-Porque es un instrumento que no se comercializa, casi no se construye y es difícil de encontrar. Debe hacerse por encargo y de forma artesanal, lo que encarece mucho el producto. Además percibimos que había una demanda muy grande con los nuevos grupos de música popular que están surgiendo, ya que los grupos antiguos se lo pasan como una herencia.

-¿Que tiene de especial el guitarró mallorquín?

-Hay tipos tradicionales en cada isla y provincia. El mallorquín sigue la escuela de la familia Casasnoves quienes fabricaron guitarrons en los siglos XVIII y XIX. Hemos hecho un reproducción, aunque variando un poco la ornamentación.