"Este no es el Rodrigo de Santos que yo conocía hasta ayer". Esta fue la frase lapidaria de la ex jefa del ex teniente de alcalde de Urbanismo y coordinador municipal, Javier Rodrigo de Santos, en el punto de mira judicial desde ayer por presunta malversación de fondos públicos. Y es que, si bien eran de dominio público en el mundillo político-periodístico los presuntos gustos privados del ex concejal, la mayoría de las personas que le conocían y han trabajado con él le consideraban un gestor impecable y de una honradez a prueba de presiones político mediáticas.

Es en septiembre de 1997 cuando este alto funcionario del Estado con plaza fija en Palma desde 1991, salta del anonimato público como director provincial de Muface primero y director gerente del Servicio Balear de Salud después, al estrellato público de la dirección provincial del Insalud, cuando las competencias sanitarias aún no están traspasadas a la Comunitat Autònoma.

Ya en esta época "lidia" con éxito varios toros como el del transporte sanitario, concedido desde hace años a la empresa del doctor José María Ruiz, y se enfrenta "a muerte" y a nivel personal con la entonces consellera de Salud del primer pacto de Progreso, Aina Salom. Es en esta época cuando se labra en el seno del PP una imagen de buen gestor y se pone en el punto de mira de un Jaume Matas que, desde Madrid como ministro, intenta recuperar el poder en Balears. Con el traspaso de las competencias sanitarias, De Santos debe abandonar el despacho de Reina Esclaramunda precipitadamente. Es cuando el entonces todopoderoso teniente de alcalde de Palma, José María Rodríguez, le acoge en Cort y le nombra asesor de Infraestructuras. Es una época en la que desde Cort se mantiene un fuerte enfrentamiento con el Govern por la construcción de nuevos centros de salud y colegios públicos.

A la sombra de Rodríguez y por mandato de Matas, De Santos coordina la campaña del PP en las elecciones locales y autonómicas de 2003. Hombre de Matas en la candidatura encabezada por Catalina Cirer, desde la concejalía de Urbanismo asume también la política informativa del equipo de gobierno. Es el responsable de la compra de Son Espases para el nuevo Son Dureta, cuestión polémica que marca buena parte de su mandato. Se jactaba de haber expulsado de su despacho de Urbanismo al ex president del Govern, Gabriel Cañellas. En la recta final del mandato, es el ariete del PP contra la política de sus socios de UM en el Consell, granjeándose la antipatía de Maria Antònia Munar. Amigo de la dirigente nacional del partido Ana Pastor, se le considera responsable de que ésta se hospedara unos días en Mallorca en un hotel rural ilegal. Este burgalés nacido en 1965, está casado y tiene cinco hijos. No pertenece al Opus Dei, aunque es una creencia ampliamente extendida, ni a Legionarios de Cristo, aunque sí es "amigo" de miembros del Movimiento Neocatecumenal, con el que asistió en Valencia al encuentro de familias con el Papa en julio de 2006.