Los padres y los profesores del colegio público Son Pacs, ubicado sobre la carretera de Sóller, frente al polígono de Son Rossinyol, vienen reclamando desde hace más de diez años (tres legislaturas) que las autoridades mejoren las condiciones de seguridad tanto para los niños que deben cruzar dicha carretera, como para los padres que van en coche a buscar a sus hijos y que, ante la falta de sitios habilitados para tal fin, deben aparcar en doble fila, ocupando el carril derecho de la carretera de Sóller. Lo mismo sucede con los buses contratados por la conselleria de Educación. De hecho, el semáforo que regula el tráfico en la puerta del colegio fue colocado, según informan los padres, en 2003. Antes de ese año la inseguridad era, por lo tanto, mucho mayor.

Los reclamos vienen siendo tres, básicamente: un puente aéreo, un paso para peatones mejor dotado que el actual, o la regulación permanente de la Policía durante las horas más complicadas, como por ejemplo las tres de la tarde. El presidente de la Asociación de Padres (APA) del colegio, Pedro Cañellas, aseguró a este periódico que, por tratarse de una carretera, la competencia es de la Guardia Civil, pero cuando ésta acude de vez en cuando, dijo Cañellas, "en vez de regular el tránsito se dedica a multar a los padres aparcados en doble fila, como si eso fuera más importante que la seguridad de nuestros hijos".

El colegio también le solicitó a la empresa municipal Emaya, cuyos terrenos lindan con el establecimiento, que les permitieran a los padres entrar con los coches por sus terrenos para buscar a los niños sin tener que aparcar en doble fila sobre la carretera de Sóller. Lamentablemente, la empresa perteneciente al ayuntamiento de Palma nunca permitió el acceso a los padres, según aseguraron el presidente de APA y Antonio Orell, ex director y actual secretario del colegio.

Desde que comenzaron las obras en la entrada del polígono Son Rossinyol, frente al establecimiento, tanto los padres como los profesores (y los alumnos más mayores) guardan la esperanza de que dichas obras sean un revulsivo para dar una solución a sus reclamaciones. Pero, de momento, nada indica que éstas vayan a introducir el cambio que solvente el grave problema de seguridad vial que se vive cada día en la puerta del colegio público Son Pacs. Además, según señaló Orell, los chicos que cruzan el polígono a pie deben caminar prácticamente sobre la carretera de Sóller, pues no hay aceras para los peatones. Como indicaron todos los consultados, ha sido "una gran suerte" que en todos estos años no haya habido ningún atropello mortal en la puerta del colegio.

No obstante, diversos alumnos del tercer curso de Educación secundaria de Son Pacs, comenzaron a estudiar la posibilidad de preparar una reclamación al Consell de Mallorca, ante la inoperancia de éste frente a los reclamos de los padres y los profesores.

Cuando algunas personas pierden o extravían a su animal de compañía (no a los cónyuges, sino a los perros o gatos), suelen preparar carteles para pegar por las calles o en los negocios, con la esperanza de que alguien llame si los encuentra.

Pero también, aunque muy de vez en cuando, pueden leerse carteles hechos por personas verdaderamente solidarias o caritativas que se encuentran animales extraviados, con leyendas como la siguiente -éste ha sido visto en la intersección de la avenida Argentina y la calle Caro-: "Encontrado gato persa blanco en mal estado, en el Paseo Mallorca. X favor yamen (sic) a este número: 664... Gracias".