Siguiendo instrucciones de sanidad vegetal, la concejalía de Infraestructuras ha adelantado este año la poda de las palmeras con el fin de prevenir los ejemplares del ataque del insecto picudo rojo. Se aprovecha la poda para realizar una inspección exhaustiva del cogollo de la palmera. Por el momento, según se informa desde el departamento de Infraestructuras, la incidencia del picudo rojo en Palma es nula. Como medida de prevención, se recomienda que la mejor manera para prevenir esta plaga consiste en evitar la introducción en la isla de más palmeras.

Por otro lado, se ha continuado con el proceso de sustitución de palmeras de la primera línea de s´Arenal por tamariscos. Según un acuerdo alcanzado entre la teniente de alcalde Marina Sans y los vecinos, sin el consenso de los técnicos municipales, cuando se tengan que reponer ejemplares de la alineación en el lado próximo a las casas serán de la mitad de altura que las existentes, mientras que en la alineación más próxima al mar serán sustituidas por tamariscos. Las hojas de la especie sembrada en primera línea, la Phoenix dactylífera, es muy sensible a la influencia de los vientos salinos, no así los ejemplares de Washingtonia sembrados en la segunda línea.