Varios vecinos de la plaza Josep Maria Quadrado denuncian que otros residentes de la zona están alimentando a los gatos callejeros, por lo que se genera gran cantidad de desperdicios debido a los restos que dejan.

La comida, depositada en cajas de plástico o papel de aluminio, es colocada en diversos portales y en la misma plaza.

Cuando los felinos han comido, el embalaje y su contenido queda desperdigado, ya que los efectivos de Emaya no lo limpian hasta el día siguiente o varios después.