Jaime Bueno

Àlex Volney

Àlex Volney

La Mallorca democrática consternada. Conmoción masiva ante esta pérdida irreparable. La Isla y sus gentes nunca podrán corresponder a tanta generosidad y trabajo. El luchador Jaime Bueno Pardo nos ha dejado y este es un añadido más a las merecidas muestras de cariño y lealtad hacia este gran profesional y persona. Lo que se perdió el 28M no supone nada comparado con lo que hemos perdido el 16 de junio de 2023. Ustedes sabrán lo que puede perderse el 23J. El irrepetible abogado laboralista, Jaime Bueno, un demócrata como pocos ya hacía un par de años que veía venir el órdago presente. Trabajador infatigable a favor de los más débiles. Luchador por la libertad y por la verdad, la justicia y las oportunidades para todo el mundo. Un compromiso eterno, el suyo, con los más desfavorecidos a la intemperie de los abusos laborales. Defensor del derecho a un futuro mejor para aquellos que han puesto en peligro sus vidas para llegar hasta aquí. Y defensor de la dignidad y el honor de nuestros muertos, algunos hoy, todavía en las cunetas. Luchador contra la infamia criminal de los protagonistas del último golpe de estado que es obviamente el de 1936 y no otro. Su inquebrantable compromiso con la democracia no tenía límite, su buen rollo y generosidad hacia los demás no tenía líneas rojas.

Cuando se trataba de defender a alguien ante una injusticia su reloj no marcaba las horas y el beneficio propio ante tanto trabajo no existía. Su despacho, un auténtico búnker a favor de los más débiles. Especialista laboral. Inmigración, parias, mujeres maltratadas o jóvenes okupas. Luchó contra los corruptos y nunca quiso protagonismo o aceptó reconocimiento alguno. De frente sin ceder ante la lucha, sin inocencia ni dogmatismo y conociendo muy bien el percal. Pocos abogados saben escuchar como lo hacía este hombre, sus días no tenían veinticuatro horas, era imposible. Escuchaba muy atento el tiempo que hacía falta y como su sobrino ha expresado estos días, quitaba muchas horas al descanso, siempre a favor del prójimo. No hablaba mal de nadie. Nunca, ni en ningún contexto político o de Memòria Històrica, él seguía la lucha sabiendo lo disciplinados que son los fascistas y los grandes patriotas. Hablas de banderas y suena la calderilla, ruedan las monedas y se cargan los fusiles. Libreras y libreros decía: «¡Aquí las librerías sois un templo de Resistencia!» «¡Resistid! ¡Resistid!». Él se sacó la carrera de derecho mientras trabajaba de albañil.

El dolor es inmenso. La admiración hacia esta persona no tiene límites y es un sentimiento, para aquellas y aquellos que hemos tenido la inmensa suerte de conocerlo, un sentimiento objetivo. Humanidad y generosidad. Solidario y libertario de verdad, sin cuento. Luchador irrepetible, nunca calculaba beneficio propio y así se ha ido su vida. Conocía lo que se estaba cociendo en Europa. Lo iba anunciando sin alboroto y sin desánimo, aumentando su lucha sin mirar atrás, con calma ya lo iba advirtiendo.

Quien firma este artículo, un ciudadano más de esta tierra, durante un duro contencioso laboral, sí, en los momentos que algunas y algunos cambiaban de acera, momentos en que ningún político autodenominado de izquierdas se acercó a ver si echaba una mano, o un cable, a favor de una plantilla de trabajadores muy concreta. Justo en ese momento de estar en el suelo e ir recibiendo por todos lados, vio aparecer a este ángel irrepetible, este gran profesional, este hombre de izquierdas nacido en Valladolid, Jaime Bueno Pardo, un amigo, un referente y una persona que vamos a tener presente en su ausencia el resto de nuestros días. Como siempre miraba al futuro…como tú dirías, querido compañero, como si oyese tu voz: el 23 de julio, ¡vota! Hagamos un acto de amor para parar el neofascismo. ¡VOTAD! Muchos han dejado la vida por nuestra libertad. Tú eres uno más. ¡VOTA!

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