Entrebancs

Las inseguridades personales y cívicas: situaciones, causas y soluciones

Antonio Tarabini

Antonio Tarabini

El análisis de la percepción ciudadana de la inseguridad es una tarea compleja. El índice de victimización es el número de ciudadanos que reconocen haber sufrido en el último año, tanto en el ámbito personal como en su entorno más cercano, uno o más hechos considerados como delitos o faltas. En QG (433) se refleja que 33,33% de los ciudadanos/as se consideraron «víctimas» en varios contextos (personal, vivienda, vehículos…)

Pero la inseguridad cívica es una realidad más compleja que depende, en gran medida, de los entornos social, económico y político. Es una construcción colectiva a partir de algunos datos objetivos (haber sido víctima de algún delito, o simplemente, aumento de los hechos delictivos), y en función de los que se ha generado un conglomerado de temores y preocupaciones a través de las relaciones cotidianas. Recortes de servicios básicos, paro e inestabilidad laboral, clases medias en riesgo de exclusión, devaluación de las instituciones y clase política (…), que conducen inevitablemente a la percepción de inseguridad. Por eso mismo, este número de Quaderns Gadeso (434) refleja, por una parte, cuáles son las situaciones que la provocan, y, por otra, cuáles son las causas que provocan las incertidumbres y las inseguridades, y, por supuesto, cuáles son las soluciones que proponen los ciudadanos y ciudadanas para eliminar o al menos reducir las citadas incertidumbres e inseguridades.

Las situaciones que generan inseguridades son altamente significativas y reflejan un momento en el que los ciudadanos no sólo relacionan la inseguridad con hechos que afectan a su persona o a sus bienes, sino también a situaciones derivadas de la crisis socioeconómica. Es significativo y preocupante que la situación de las personas sin empleo, mendigos, bandas juveniles, etc. conlleve una alta inseguridad (8,8) y el menor nivel de satisfacción (3,3). Este dato debe interpretarse conjuntamente con las situaciones sociales graves (8,4) tales como salarios, acceso a la vivienda, pensiones…)

Las Causas que generan inseguridades personales y cívicas incluyen una serie de factores múltiples, con respuestas también múltiples, lo que significa que no tienen por qué concentrarse en una sola causa. En primer lugar, la principal causa es la falta de presencia/vigilancia policial (48,2%), siendo relevante el progresivo aumento que experimenta respecto a años anteriores esta carencia de presencia y vigilancia policial que no sólo hace referencia a la «protección de personas y bienes» sino también en la falta de actuación policial ante la «pequeña delincuencia», las diversas «situaciones sociales graves», «las bandas juveniles y el gamberrismo». «El destrozo de bienes públicos». Y en Palma la escasa visibilidad de los llamados Policías de Barrio. En correlación con esta carencia de presencia policial, se sitúa la percepción de unas leyes inadecuadas y una ineficacia judicial, que se explicita con cierta sensación de que el pequeño delincuente reincidente «entra por una puerta y sale por la otra». Incluso ahora, oficialmente en la poscrisis, se hace referencia como causa de la inseguridad a situaciones sociales graves relacionadas con la vivienda, como son, por ejemplo, los desahucios y los okupas.

Desgraciadamente, se sigue considerando que los inmigrantes son una de las «causas generadoras de inseguridad». Más aún, se percibe que el inmigrante, aunque sea legal, es un adversario potencial, pues está compitiendo por un mismo puesto de trabajo. La constatación de este dato debería conducir a las diversas administraciones a profundizar en sus causas y en dedicar tiempo y esfuerzos para buscar y aplicar medidas de prevención.

Casi por primera vez se considera que una posible causa de inseguridades es la pérdida de valores cívicos, índice que va en aumento progresivo. Se percibe que los entornos familiares (30,2%) no pueden o no saben responder a la problemática específica de los hijos, lo que tiene relación con los ninis, las bandas juveniles, el gamberrismo. Y ocupan y preocupan el abandono y/o el fracaso escolar.

Las Soluciones que se proponen, como es lógico, tienen relación con las causas. Aumentar la presencia de la policía, mejorar la eficacia de las leyes; reorientar el sistema educativo, sin olvidar medidas específicas para fomentar la ocupación juvenil. Sin embargo, hay dos soluciones propuestas que pueden resultar preocupantes. La primera es la limitación del número de inmigrantes. La segunda es la necesidad de adoptar medidas de «autoprotección»; no sólo a nivel personal y de los propios bienes sino también a la necesidad de que los ciudadanos se organicen para defenderse.

Es una realidad una significativa recuperación de nuestra actividad económica que puede mejorar el empleo (cuantitativo y cualitativo) las oportunidades para el consumo, el ahorro, y el acceso a niveles de bienestar. Para que tales oportunidades se conviertan en realidad, es imprescindible que se interrelacionen el Progreso Económico y el Progreso Social.

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