Es de esperar que el PP balear no caerá en el mismo error que con José Ramón Bauzá, y esta vez actuará rápido. Dos años en decapitar a un presidente que hunde estrepitosamente al partido hegemónico de Balears -de 35 a 20 diputados- sale caro, como se ha visto. Con todo, del desastre de ayer los populares pueden sacar una lectura clara: Eivissa marca el camino.

Hace tiempo que la gestión y la trayectoria política de José Vicente Marí Bosó dejaron claro la valía del presidente del PP de Eivissa y exconseller de Hacienda para liderar el partido a nivel autonómico. Por si hubiera alguna duda, los resultados de ayer hablan por sí solos: En Mallorca, la lista al Parlament obtiene un 20,5% de los votos; en la isla pitiusa, la candidatura que encabezaba Antoni Costa le saca 12 puntos, situándose en el 32,5%. En Mallorca los conservadores pierden tres escaños (de 10 a 7), mientras que en Eivissa se mantienen los cinco, y se recupera el gobierno. Más claro, agua.