Adoramos la novedad y nos chifla la repetición. ¿Es posible esto? En los países de la periferia del Imperio, que al final son todos menos uno, la novedad consiste en replicar lo que pasa en el centro, o sea, en repetirlo. Si en España se avisaba tanto del peligro de que naciera una extrema derecha comme il faut, es porque en el fondo nos sentaba mal ser tan distintos, y no tener lo que otros tenían. ¡La ansiada novedad de traerla a España, como fuera! Ahora ya la hay, aunque de momento parece bastante de orden. La novedad ha sido acogida con un entusiasmo reprobador desmedido, tanto que entre todos los medios alarmados por la llegada del enemigo le han hecho una gigantesca campaña publicitaria cara a las elecciones locales. Ahora el mal ya está hecho, carajo, han inflado tanto el espantajo que lo han convertido en estandarte para todo el que, simplemente, no quiera lo que hay.