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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Escraches contra el ruido

Por una extraña coincidencia, siempre que un hotel y demás antros de la mafia del ruido ponen la música a todo volumen...

Por una extraña coincidencia, siempre que un hotel y demás antros de la mafia del ruido ponen la música a todo volumen, el propietario no se halla en el establecimiento para saborear el espectáculo. Curiosamente, el director de la fábrica de contaminación acústica tampoco se encuentra en los alrededores, se pregunta uno si trabajan tanto como presumen. Ambos, y asumo que se trata de dos machotes, se hallan en sus domicilios en una zona protegida de las heces sonoras que producen a escala industrial. Los vecinos torturados por estos delincuentes deben movilizarse. No cuentan para sus tribulaciones con la Policía Local, que se burlará de ellos si no trabaja directamente para los mafiosos, según consta en autos judiciales.

Ante la desvergüenza de la mafia y la inoperancia de la autoridad, solo cabe encaminarse al chalet del propietario/director del antro, y montarle un escrache sonoro de la misma intensidad decibélica. Esta ceremonia en apariencia anodina cohesionará a los vecinos maltratados, y también funciona en el alquiler turístico. No hay que protestar a los bárbaros que gritan, hay que dirigirse al dueño de la vivienda y montarle una verbena de idéntica magnitud. Seguro que la apreciará.

Deje de ensañarse con los turistas que bailan, es preferible escrachear a los flautistas de Hamelín que tratan a los mallorquines como a ratas. Gracias a los prodigios de Spotify, se puede someter a los torturadores a domicilio a las mismas canciones que en ese instante ellos infligen a un vecindario con personas enfermas, niños, ancianos y trabajadores. En ningún caso se podrá hablar de ofensa, y mucho menos de turismofobia, sino de una retribución equilibrada que mantendrá la paz social. La Policía seguirá a sus cobros, al Ayuntamiento solo le quedan dos años. Y recuerde que sigue abierta la vía del escrache digital, inundando las páginas web de las fábricas de ruido de denuncias a los mafiosos, para mantener entretenidos a los community managers. La resignación no es la respuesta. Ocupad Mallorca.

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