![Moisés anuncia lo que todos sospechaban: "Un respiro me venía bien"](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/08e94868-d5cd-4f4f-b712-b422d1bedcfa_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg "Moisés anuncia lo que todos sospechaban: "Un respiro me venía bien"")
Moisés ha enfrentado momentos difíciles en las últimas semanas en 'Pasapalabra'. El concursante ha experimentado una racha desafiante que lo ha mantenido atado a la silla azul durante varios programas, poniendo en riesgo su permanencia en el concurso cada tarde.
Enfrentarse a la presión del rosco y la necesidad de ser preciso en cada palabra, sabiendo que su lugar está en juego y que sus posibilidades de ganar el premio millonario están en peligro, no ha sido una tarea sencilla para Moisés. A pesar de las adversidades, ha logrado superar el bache y evitar, por primera vez en un largo tiempo, la posibilidad de ser eliminado.
El respiro que necesitaba Moisés
No ha sido un camino fácil. En uno de sus duelos con la silla azul, Moisés estuvo al borde de la eliminación después de fallar la primera letra antes que su contrincante. Sin embargo, con ingenio, Moisés ha demostrado por qué lleva más de 180 programas en el concurso.
Roberto Leal ha reconocido el alivio que Moisés experimentó al salir de la difícil situación: "Óscar estaba jugando genial últimamente, así que tener un respiro de la silla azul me vino genial", explicó Moisés.
La estrategia de Moisés
Los últimos enfrentamientos entre Moisés y Óscar han sido casi calcados. Los dos entran en la segunda vuelta del rosco de 'Pasapalabra' con los mismos aciertos o prácticamente idénticos. Y ambos se juegan todo a una sola palabra que, como mucho, les dará el empate y, con un poco de suerte, la victoria sobre el rival pero nunca el triunfo definitivo. Y es que siempre se dejan varias palabras por resolver y, por tanto, no tienen opción de conseguir el bote.
La estrategia en estos casos es prácticamente la misma. Los concursantes han aprendido a callar cuando en la primera ronda no saben exactamente la palabra. Y es que a estas alturas del bote y sobre todo para mantener el trono en la silla naranja cualquier error es muy perjudicial. Tanto Moisés como el madrileño se guardan en algunos programas algún vocablo en la recámara para que en los últimos instantes tengan al menos ese colchón contra su contrincante. Y es que la batalla está ahí. El mínimo fallo puede desembocar en la derrota y visitar la silla azul, de donde ya no hay margen de error.
Óscar sigue intratable
Mientras tanto, Óscar continúa con una racha imparable, acercándose cada vez más al deseado rosco. Ha sido en varios programas donde Óscar ha estado a punto de alcanzar el premio, quedándose a solo unos cuantos aciertos del bote.
El concursante lleva más de una semana sin perder su puesto en la silla naranja, cosa que no se había dado desde su llegada al programa de Antena 3 de nuevo tras su paso por Telecinco, concurso que presentaba Christian Gálvez. En el rosco de ayer, En el último enfrentamiento, Moisés se jugó la última palabra con incertidumbre, pero logró empatar, poniendo fin a una racha negativa que podría haberle costado caro y su sitio tras más de 120.000 euros acumulados.
