Seis años después de su estreno, la popular serie de televisión Perdidos (Lost) se despidió el pasado domingo con un final "frío" e "inesperado por lo previsible" que decepcionó por la falta de respuestas a las intrigantes tramas del enigmático programa.

Durante dos horas y media, el episodio The End, emitido por Cuatro, resolvió los asuntos pendientes entre los personajes centrales del culebrón de náufragos del vuelo Oceanic 815 y desveló el secreto subyacente en toda la historia aunque, fiel a su estilo, dejó mucho terreno abierto a la especulación.

Parafraseando las declaraciones que realizó en enero el productor de la serie, Carlton Cuse, durante la presentación de la última temporada, la conclusión de Perdidos fue "un cóctel de respuestas y misterios", en el que no faltaron las lágrimas de los aficionados, según las imágenes mostradas por cadenas de televisión de Estados Unidos.

La proyección provocó mezcla de alegría por el desenlace y pena por el vacío que supuso la despedida de un fenómeno de la pequeña pantalla que traspasó fronteras y generó una legión de fieles seguidores en todo el mundo, los conocidos como losties.

La red social Twitter se convirtió en receptora de los primeros comentarios sobre el final de la serie. "No respondió a todas las preguntas, había demasiadas, pero dejó un cierre emotivo", aseguró @eugenewei.

Unos cuantos privilegiados acudieron a la proyección de unos cuantos capítulos y el desenlace final en los cines Yelmo Ideal de Madrid. En total, 700 personas comenzaban a ver el capítulo a las seis de la mañana con aplausos y vítores, pero dos horas y media después el silencio llenaba las salas.

"Mucha tristeza", era el sentimiento unánime entre los espectadores que, desde la una de la mañana, habían asistido al maratón organizado por las cadenas de televisión Cuatro y Fox para poder "ver el final de una era" a lo grande en una pantalla de cine.

Junto al chocolate con churros que cerró la velada a las ocho y media, el adjetivo "decepcionante" se unía a la melancolía que trasmitía este final; pocos estaban contentos y otros muchos afirmaban: "Tengo que digerirlo".

"Llevamos muchas horas, aún no sé que me ha parecido el capítulo, tengo que pensar en ello", afirmaba Juan, un veinteañero que consiguió su invitación a la maratón a través de un concurso de la red social Facebook y que acudió vestido con pijama para pasar una noche "perdida y cómoda".

Víctor, Patricia y Alberto, universitarios de 20 años, no tuvieron tanta suerte e hicieron cola desde las 11 de la mañana del domingo para poder conseguir las entradas gratuitas. "Llevamos 24 horas sin dormir, pero vale la pena, aunque ya veremos qué tal el examen del lunes", comentaban ataviados con los monos color marrón de Dharma y las mochilas al hombro.

150 minutos duró The End, un capítulo doble que pretendía, según los creadores "resolver incógnitas y ofrecer respuestas". No lo lograron.