Los romanos fueron los primeros en introducir el cultivo de la vid en Mallorca. El gran historiador Plinio, en el siglo I a.C., cita a los vinos baleáricos y los compara con los mejores de Italia. Desde esa época, la elaboración de vino en la isla ha sido una constante, con mayor o menor éxito. Es en la segunda mitad del siglo XX cuando la elaboración del vino en Mallorca se ha convertido en un suceso. El año 1990, se reconoce la primera denominación de origen de vinos de Mallorca: la DO Binissalem que aglutina a los vinos elaborados en cinco municipios: Santa Maria del Camí, Sencelles, Binissalem, Consell y Santa Eugènia.

Luego, en 1999 le llega el turno a la DO Pla i Llevant. Y ya en la primera década del siglo XXI, en el 2007, se reconoce y regula la indicación geográfica ‘Vino de la tierra de Mallorca’, que agrupa a más de 70 bodegas.

Ahora en las islas se producen excelentes caldos, muchos de ellos elaborados con uvas autóctonas que les dan variedad y calidad. Esto último es de suma importancia. El vino en Mallorca es una magnífica realidad y tiene un gran futuro si se sigue apostando por la calidad y por la elaboración y promoción de vinos realizados con variedades de uva autóctona. El mercado busca con fruición nuevos caldos que le sorprendan. Hay un gran interés por los vinos monovarietales, dado a que son ellos, con su sutileza, los que marcan la diferencia. 

Los romanos fueron los primeros en introducir el cultivo de la vid en Mallorca. El gran historiador Plinio, en el siglo I a.C., cita a los vinos baleáricos y los compara con los mejores de Italia.

Son, éstas, las variedades autóctonas, un gran tesoro enológico. El Manto Negro, Callet, el Fogoneu o la Gorgollassa, el Prensal Blanc, el Giró ros. 

  • Manto Negro, es una variedad de uva tinta autóctona, de brotación temprana y maduración tardía. Sus vinos alcanzan una buena graduación alcohólica. Son vinos de capa media-alta, que aportan aromas frutales, florales (a lilas) y caramelizados. Tienen cuerpo, aunque algo ligero, son equilibrados y de suave paso por boca.
  • Callet, es una uva tinta, superviviente de la filoxera. Produce vinos de baja graduación con un aroma peculiar muy interesante. 
  • Fogoneu, es una uva tinta que da a sus vinos mucha elegancia y que se conjugan a la perfección con las foráneas, generalmente bien adaptadas a las condiciones de suelo y clima de esta isla.
  • Gorgollasa, es una uva tinta que estuvo a punto de desaparecer. Produce vinos ligeros y afrutados.
  • Premsal blanc, uva blanca, también llamada Moll, originaria de la isla, cuyo cultivo se ha extendido por toda la península. Crea vinos ligeros y afrutados, de color amarillo pajizo, muy buena estructura, intensos y sensaciones muy agradables.
  • Giro Ros, otra de las variedades que estuvieron a punto de desaparecer y gracias a la pericia y dedicación de los viticultores mallorquines ahora es una realidad. Se trata de una variedad muy antigua, prefiloxérica. Produce vinos de gran calidad con mucha graduación.

En las islas se producen excelentes caldos, muchos de ellos elaborados con uvas autóctonas que les dan variedad y calidad

Los viñedos mallorquines, como todos los del orbe, están padeciendo la vicisitudes del cambio climático. Hay que actuar y desde el año pasado se comienza a aplicar en la isla la viticultura regenerativa. Ésta se centra en recuperar la vida en los suelos imitando la naturaleza. Cuanto más vivos son los suelos, más capacidad tienen de capturar el CO² atmosférico y más pueden contribuir a frenar el aumento de las temperaturas. 

El mundo del vino en Mallorca está vivo y nos va a deparar grandes satisfacciones.

Cuando Setimo Dacio se imaginaba sus viñedos en la nueva tierra, no era consciente de ser el pionero de una gran historia, la historia de un vino y una isla. Un vino que se elabora con gran dedicación y tiene la excelencia como marca.