Definido como aquello que brinda comodidad material y bienestar al usuario, el concepto de confort, mal usado y bastante poco valorado, va más allá de la confortabilidad entendida como ese elemento que nos resulta cómodo…

Las circunstancias en este pasado año, me han hecho cultivar este pensamiento sanador y sereno. Pasar tanto tiempo en mi casa, con mi familia, me ha hecho reflexionar acerca de las necesidades de tranquilidad y sosiego de nuestros espacios, de la obligación de conseguir espacios apacibles, cómodos y en calma.

Para mí, confort es la suma de detalles que renuevan el ánimo y apaciguan el alma; los materiales, su aroma, el orden, la calidad de los elementos, la luz natural, los colores, incluso la temperatura y los sonidos… pisadas afectuosas a través de alfombras cálidas que aíslan y otorgan color y textura, iluminación agradable y acorde con la función del espacio y del momento, plantas que ayudan a purificar el aire y nos acercan a la naturaleza, respirar aire limpio y ventilado. Crear una atmosfera pacífica en casa sin ruido visual es indispensable para dar paz, sin orden no hay bienestar, colores amables que influyen en nuestro ánimo y generan armonía, tejidos suaves y naturales de tacto agradable que transmiten sensaciones, maderas protectoras y elegantes, baños relajantes con efecto spa.

Es balsámico poder crear en estos tiempos un rincón personal, en el que refugiarse para leer, descansar o trabajar, decorar con recuerdos, crear ambientes muy personales Los materiales de naturaleza honesta generan casas confortables y cálidas que mejoran con el paso del tiempo. Refugios construidos desde el cariño para el disfrute de la vida en cuerpo y alma…

En esta nueva travesía que iniciamos en este 2021 y ante tanta incertidumbre, quiero reivindicar, más que nunca, la necesidad de este ingrediente tan imprescindible que consigue transformar un espacio en un interior con alma, sereno y acogedor. Nuestra casa, se convierte más que nunca en nuestro refugio, es a dónde llegamos, dónde nos quitamos la mascarilla, dónde estamos a salvo.

El confort es el equilibrio de todo, no se explica se siente.