Hay quien no para de aprovechar los días de calor que, por ahora, protagonizan el mes de septiembre. Una de las propuestas que invita a hacerlo acompañado de un aperitivo, café o comida es el Bar Cala Blava. Se trata de un recinto de considerable dimensión regentado por Antonia y Toni.

Uno de sus principales reclamos es la piscina salada de agua de mar que hay en su interior. Acceder a ella es muy fácil: pagar una pequeña entrada de 4 euros para los adultos y de 2,5 euros para los niños que se resta de la cuenta si uno se queda a comer o consume un mínimo de 10 euros por persona.

Antonia cocina junto a Fina, su madre, una rica paella de marisco y fideuà, dos de sus especialidades. Su carta también ofrece otras opciones como pambolis, ensaladas, pescados, calamares, pimientos de Padrón, alitas de pollo...

De postres preparan tartas caseras como la cremosa tarta de plátano o la fresas con nata y, si uno es goloso, puede saborearlas todas en un plato como el de la foto de abajo.

El horario de la piscina comprende de 10 a 19 horas, pero el de la cocina abarca desde la mañana hasta la noche. Por cierto, Antonia me comenta que aquellos grupos que quieran celebrar despedidas de soltero o cumpleaños tienen el acceso a la piscina gratuito durante la noche.

Precio medio: 15-20 euros.

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