Siempre es un gusto en todos los sentidos encontrarme con José María Jordán. Un monstruo de la cocina, humilde, buen conversador y gran cocinero. Tenemos la suerte que decidió cambiar su carrera de economista por los fogones.

Atiende en Casa de Comestibles, un concepto que nació en su Galicia natal y que aterrizó en Mallorca en enero de 2012 en la Colònia de Sant Pere. Después de un periplo de dos años, el restaurante aterriza en Palma, en lo que era la antigua pizzería Ca n´Àngela de s´Escorxador.

En el amplio local se atiende a un máximo de 18 personas, primando el servicio y la calidad. Jordán trabaja con productos de temporada y locales. Siente devoción por las almendras mallorquinas, presentes en su pollo en pepitora, una versión de los escaldums siguiendo una antigua receta gallega. También estuvo deliciosa su sepia con fideos melosos en su tinta, sin descontar el minicake de almendra con helado de chocolate.

Fueron exquisitas las sardinas marinadas con escalivada y también la mantequilla, siempre presente en la mesa, que en nuestra visita la había

preparado de pimentón.

Tanto al mediodía como por la noche, Jordán prepara un menú de platos abundantes y bien preparados. Existen dos opciones: Dos platos más postre por 28 euros; o bien tres platos y postre por 32, en ambos se incluye un aperitivo. Una auténtica delicia para los que buscan comer bien.