'Retratos fantasmas': la memoria de los edificios

Dividida en tres partes que atañen a la casa familiar del director brasileño Kleber Mendonça Filho en Recife –donde creció y donde rodó sus primeros filmes amateur–, a una serie de grandes salas cinematográficas de la misma ciudad que han desaparecido con el tiempo y otros cines que han mutado a iglesias evangélicas desde finales de los años 80, ‘Retratos fantasmas’ es un documental de sensaciones entre individuales y colectivas sobre el cine y el paso del tiempo. Unos retratos fantasmas por partida doble, ya que el director de ‘Bacurau’ muestra como en aquella casa de Recife –que también fue transformándose por decisión de su madre– filmó en una ocasión una presencia espectral, y habla también del cine, y del espacio que ocupa al ser proyectado en la pantalla de una sala colectiva, como de ese lugar fantasmático entre la realidad y la irrealidad; entre la ficción y el documental, esa hibridación tan instaurada hoy en día.

En un momento del filme se habla precisamente de esto. Eisenstein decía que las películas de ficción son los mejores documentales. Son representaciones, pero no dejan de documentar la realidad de su época. Lo mismo ocurre con documentales de este tipo, reconvertidos en ficciones fantasmales que nos hablan de un tiempo y de unos lugares que forjaron el carácter de mucha gente y hoy ha sido olvidados, como tantas películas, reducidos a un espectro en la memoria.