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Estreno

Tom Cruise vuelve al rescate con 'Misión Imposible: sentencia mortal-parte uno'

Tom Cruise, en 'Misión imposible 7'.

La última vez que vimos en pantalla a Tom Cruise, en ‘Top Gun: Maverick’ (2022), estaba volando a bordo de aviones reales a miles de metros de altitud durante las increíbles secuencias de combate aéreo de aquella película. ¿Cómo superar eso?, debió de preguntarse el actor, y la respuesta es obvia: volando sin avión, claro. En la escena de ‘Misión imposible: Sentencia mortal - Parte uno’ que sus productores llevan más de un año usando como principal herramienta promocional, Cruise conduce una motocicleta por una montaña y luego se lanza al vacío hacia un desfiladero para acabar abriendo su paracaídas en plena caída. La cámara primero lo acompaña hasta el borde del precipicio, luego se inclina para verlo caer y después parece surcar los aires justo a su lado; y, mientras vuela, Cruise mantiene un intercambio de diálogo. Una barbaridad.

Si se le pregunta por los esfuerzos físicos extremos a los que se somete en cada una de sus películas -en la que hoy estrena en medio mundo, también lo vemos protagonizar episodios de conducción temeraria, pelearse en pasillos claustrofóbicos y sobre el techo de un tren descontrolado y correr como un caballo desbocado-, el actor dirá lo que dice siempre: proporcionar espectáculo al público es lo que vino a hacer a este mundo.

Y, aunque parece fuera de toda duda que, en cierta medida, esas exhibiciones de músculo han sido diseñadas a modo de homenajes a la durabilidad y las cualidades sobrehumanas del hombre que las ejecuta, los desafíos que su ‘alter ego’ Ethan Hunt afronta en ‘Sentencia mortal - Parte uno’ sobre todo funcionan como obvias mascaradas de la empresa que Cruise se ha cargado sobre los hombros: salvar a Hollywood.

Y en ese sentido, pese a ser la séptima entrega de la saga ‘Misión imposible’, la nueva película funciona también como secuela espiritual de ‘Top Gun: Maverick’; en ambas, el héroe debe recurrir a métodos considerados obsoletos para combatir los avances de la inteligencia artificial del mismo modo que, a bordo de ellas, Cruise echa mano de efectos prácticos y carisma ‘vintage’ para reivindicar .el valor de un espectáculo cinematográfico en toda regla en un momento en el que el concepto mismo de ‘blockbuster’ se ve amenazado por los feos efectos digitales y todos esos contenidos que se ven en pantallas pequeñas. 

“¡Lo que haga falta!”, exclama Hunt en un momento de la película en referencia a su compromiso con la protección de la humanidad, y es sabido que Cruise no tuvo que fingir esa furia mesiánica durante el rodaje; en un archivo de audio filtrado en diciembre de 2020, después de todo, se le oía vomitarla sobre miembros del equipo de filmación que no habían respetado las medidas sanitarias de protección contra el COVID.

Y, precisamente, ese endemoniado abuso de poder sirvió para plantar los pilares de la mitología heroica construida en torno al actor y que no deja de crecer; hace unos meses el mismísimo Steven Spielberg le dio las gracias públicamente por “haberle salvado el culo a Hollywood”, y hace algo más de una semana él usó las redes sociales para instar a la gente a que acuda a ver otros de los estrenos de la temporada. “Este verano está lleno de películas que ver en el cine”, se leía en el mensaje que tuiteó acompañado de sendas fotos en las que él y el director de ‘Sentencia mortal - Parte 1’, Christopher Quarrie, aparecen sosteniendo entradas para ver ‘Indiana Jones y el dial del destino’, ‘Oppenheimer’ y ‘Barbie’.

¿Qué le deparará la taquilla a Cruise con la nueva película? Su estreno tiene lugar después de que ‘blockbusters’ como ‘Fast X’, ‘Elemental’, ‘The Flash’ e ‘Indiana Jones y el dial del destino’ no cumplieran -en algunos casos, ni de lejos- con las expectativas comerciales puestas sobre ellas. Y, en cambio, entre los pocos títulos estrenados en Estados Unidos en las útimas semanas que sí han atraído al público destacan ‘Insidious: la puerta roja’, quinta entrega de una saga de terror que ya dejó hace tiempo de dar lo mejor de sí en términos artísticos, y ‘Sound of Freedom’, una película de inspiración religiosa sobre el tráfico infantil en la que al parecer se dan por buenas teorías de la conspiración propagadas en el país por la ultraderecha y agrupadas bajo la marca QAnon. 

Las previsiones, sea como sea, auguran a ‘Sentencia mortal - Parte 1’ un aterrizaje en la cartelera espectacular: alrededor de 250 millones de dólares de recaudación en todo el mundo durante sus primeros cinco días en los cines. Y puede que esas cifras no sirvan para salvar Hollywood, pero Cruise a buen seguro lo seguirá intentando. Hace unos días aseguró que tiene intención de seguir haciendo películas de ‘Misión imposible’ hasta que tenga 80 años, y no hay motivos para no creerle. En realidad, resulta fácil imaginárselo tras el apocalipsis, cuando no queden cines ni espectadores y hasta las cucarachas estén patas arriba, ensayando como un poseso su nueva acrobacia.

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