Este encuentro que celebramos el pasado día 12, en pleno noviembre, normalmente tenía lugar en junio. Era una de las grandes fiestas que abría el verano. Nos servía para cumplir con la tradición de Diario de Mallorca de reconocer la labor de entidades y personas que son aportadoras natas, que dan lo mejor de sí mismas para que el conjunto de la sociedad avance.

También nos brindaba la ocasión de tener encuentros más informales, de intercambiar impresiones, de hacer divertidos corrillos en el jardín, de ‘destensar’ temas y situaciones que el quehacer periodístico trae consigo algunas veces… En fin, de hacer todo lo que se hace o se hacía en una gran fiesta social. Este año, la covid, nos hizo dudar. ¿Debemos celebrar una gala en plena pandemia? Tras mucho pensar y debatir, concluimos que sí, que era más necesario que nunca. No la fiesta en sí, que de hecho se ha suprimido, sino el reconocimiento a las personas y entidades que se están dejando la piel en este combate planetario a una enfermedad que se cobra vidas, que nos deja millones de enfermos, que lastra la economía y que condiciona la vida en todos los rincones de la Tierra, sin excepción.

Si desde 1993 y hasta la fecha tenía sentido hacer este reconocimiento que suponen los Premis Diario de Mallorca, en este ejercicio cobra más sentido si cabe. Es un año excepcional que exige esfuerzos titánicos y, por tanto, un reconocimiento superior.

Por eso, como directora de Diario de Mallorca, quiero transmitir el inmenso agradecimiento de esta casa a todas las entidades, a todos los profesionales y a todas las personas que en sus ámbitos de actuación están dándolo todo para superar esta crisis sanitaria, económica y social, que se ha cobrado tantas vidas y de forma tan cruel. Nunca podremos olvidarles. Tampoco podremos olvidar el sacrificio y la entrega de todo el colectivo sanitario, de ahí este reconocimiento a los Colegios de Médicos, de Enfermería y de Farmacéuticos, y muy especialmente a Bernardo García de la Villa en su doble condición de médico y paciente covid. En el ámbito económico, premiamos la capacidad de entendimiento de Govern, empresarios y sindicatos en la Mesa de Diálogo Social para pactar medidas de alivio en la catástrofe, así como la resistencia y buen hacer de la cooperativa Camp Mallorquí. De entre las múltiples muestras de solidaridad, hemos destacado la de Margalida Busquets y Tòfol Miquel, que confeccionan y reparten de forma altruista miles de mascarillas allí donde se necesitan.

En este combate hay días duros, algunos mucho más duros que otros porque ni los datos ni las actitudes acompañan. En esos momentos, podemos tener la tentación de caer en el derrotismo, en el pesimismo más absoluto. Pero afortunadamente, también hay días luminosos, historias de superación que nos devuelven la confianza en la humanidad y, porque no, en nosotros mismos. Este acto de reconocimiento quiere contribuir también a ese horizonte de esperanza.

En este combate hay días duros, algunos más duros que otros, porque ni los datos ni las actitudes acompañan

Este año complicado y duro para todos, también lo ha sido para Diario de Mallorca, cuyos profesionales han demostrado una gran capacidad de adaptación al obligado teletrabajo para reducir el riesgo de contagio. Mi reconocimiento para todos ellos. Este rotativo no ha faltado ningún día a su cita con los lectores. Mi agradecimiento también a todos ellos, que son nuestra razón de ser. Este año hemos actualizado la web y hemos cambiado el programa editorial para trabajar en red con todos los periódicos de Prensa Ibérica, integrada por 25 cabeceras. Todo ello con una única finalidad: ofrecer más y mejor periodismo a nuestros lectores.

La pandemia también ha traído consigo confusión, la desinformación, ha multiplicado las fake news fundamentadas en mentiras que algunos quieren colar como «hechos alternativos». El periodismo, ejercido con profesionalidad, que es lo que honestamente trata de hacer cada día Diario de Mallorca, interpreta la avalancha informativa para contar la realidad, desde diversas ópticas, con todas las visiones -que a veces son antagónicas- y aporta datos con el máximo rigor para que el lector tenga en sus manos una herramienta útil que le ayude a discernir y a configurar un criterio sólido a la hora de entender estos complejos tiempos que nos han tocado vivir.

Al final, todos perseguimos un horizonte que nos permita cosas tan sencillas como respirar con normalidad, queremos recuperar la calidez de un abrazo o la visión de una sonrisa sin mascarilla. También ansiamos que se disipen los riesgos para nuestra salud y las incertidumbres de nuestra economía. Mientras hacemos esta travesía, lo importante es que haya gente como la galardonada con los Premis Diario de Mallorca, gente dispuesta a darlo todo para que todos salgamos adelante. Muchas gracias, de todo corazón.