El presidente de Formentera hace efectiva la destitución de su vicepresidente Alcaraz

Tal y como había anunciado el pasado viernes, el presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, ha firmado los preceptivos decretos por los que retira todas sus competencias al hasta ahora vicepresidente tercero y conseller de Promoción Económica y Administración Insular, José Manuel Alcaraz. 

Según consta en la documentación firmada por el presidente, que se esperaba desde ayer, “vistos los acontecimientos vividos en esta corporación en las últimas semanas, en las que el señor Alcaraz Escandell ha perdido la confianza que esta presidencia había depositado en él procede separarlo/cesarlo del cargo de conseller de Promoción Económica y Administración Insular, como asimismo también se le ha cesado de ser miembro de la Junta de Gobierno y de vicepresidente tercero y portavoz del equipo de Gobierno si bien, en cualquier caso, se le agradece el trabajo e impulso administrativo desarrollados en todos estos cargos”, asegura una nota remitida por el área de Presidencia del Consell de Formentera.

"Bloqueo malintencionado"

Córdoba, que fue expulsado del grupo de Sa Unió, por lo que ejerce como presidente no adscrito, señala en el comunicado remitido a los medios que ha tenido que tomar esta decisión para facilitar el funcionamiento de la institución insular, tras nueve meses de “una especie de bloqueo malintencionado promovido por el ya exvicepresidente tercero y con el único objetivo de trabajar por el bien de la isla".

A partir de ahora todas las competencias que tenía José Manuel Alcaraz vuelven al presidente de la institución, y asegura que las repartirá entre el resto de consellers de Sa Unió "en caso de que quieran aceptarlas", algo que parece complicado vista la situación de total enfrentamiento en que se encuentra el gobierno de la institución.

Córdoba ya pidió en su día la dimisión de Alcaraz y la consellera del PP Verónica Castelló, cuando comenzó la crisis de gobierno, aunque finalmente no cumplió su amenaza de expulsarle si no dimitía, algo que se ha retrasado hasta ahora.