Los extranjeros con segundas residencias de lujo en Baleares se ahorran de 20.000 a 30.000 euros al año por el Impuesto de Patrimonio

La reforma fiscal de Vox beneficiará a los extranjeros con chalés millonarios aunque puede impulsar que fijen su residencia en las islas

Los propietarios extranjeros de segundas residencias pagarán menos

Los propietarios extranjeros de segundas residencias pagarán menos / Guillem Bosch

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

El recorte del Impuesto de Patrimonio impuesto por Vox para aprobar los presupuestos autonómicos de 2024 va a tener entre sus beneficiarios a los extranjeros con segundas residencias de lujo en Baleares, que se pueden ahorrar en muchos casos entre 20.000 y 30.000 euros anuales en el abono del citado tributo, según el estudio realizado por abogado Alejandro del Campo, del despacho DMS Legal. Además, apunta que esa bonificación puede servir para que aumente el número de estas personas que optan por fijar su residencia fiscal en las islas, con el correspondiente beneficio a las arcas autonómica y estatal.

El primer punto a aclarar es que los no residentes con inmuebles en cualquier punto de España están obligados a pagar el Impuesto de Patrimonio a la Hacienda estatal y no a la autonómica, pero desde 2015 los comunitarios pueden hacerlo aplicando la normativa que más les convenga (sea la española o la de la comunidad donde tienen su propiedad), posibilidad a la que se sumaron en 2021 los extracomunitarios.

Dado que hasta ahora el tributo de Patrimonio era más costoso en la mayoría de los casos con las reglas de juego de Baleares que con las estatales, estos extranjeros han optado durante los últimos años por aplicarse las segundas.

Pero los cambios impulsados por Vox suponen un giro a esta situación, al decidir que ese impuesto solo se pagará en el archipiélago cuando el valor de los bienes supere los tres millones de euros, y no los 700.000 como hasta ahora y como se mantiene en la legislación estatal.

Eso supone que las tarifas que se aplican en este tributo, y que van del 0,28% al 3,45% (crecen a medida que aumenta el valor patrimonial), comienzan a aplicarse a partir de propiedades más costosas.

Ahorro previsto

Según los datos facilitados por Alejandro del Campo, con la normativa estatal, en la que solo pagan los inmuebles que superan los 700.000 euros, el propietario de una segunda residencia valorada en dos millones pagaba hasta ahora 8.190 euros anuales por Patrimonio, mientras que si ésta ascendía a tres millones, el desembolso se sitúa en los 21.042. A partir del próximo año, ninguno de ellos deberá entregar un solo euro al Fisco por este concepto al acogerse a las nuevas reglas de juego implantadas en el archipiélago, en las que quedan exentos los inmuebles de no residentes que no superen esos tres millones.

A partir de ese valor, habrá que seguir pagando, pero notablemente menos. En el caso de una segunda residencia valorada en cuatro millones, y que con la normativa estatal se exigía el desembolso de 36.546 euros, con las nuevas condiciones de Baleares ese importe se limitará a 7.473 euros. En un chalé de cinco millones, se pasará de abonar 53.546 euros anuales a 23.521. Si el valor llega a los seis millones, en lugar de 70.546 euros al año en concepto de Patrimonio se entregarán al Fisco 42.947 euros.

Hay un aspecto a tener en cuenta: los no residentes pagan siempre a la Hacienda estatal, no a la balear, aunque puedan acogerse a la legislación autonómica, por lo que en el caso de las segundas residencias las arcas autonómicas no perderán nada, siendo la Hacienda española la que deberá asumir el coste de la citada rebaja fiscal.

Impacto elevado en Balears

Un aspecto puesto de relieve por Alejandro del Campo es que el archipiélago se encuentra entre las zonas del país con un mayor porcentaje de segundas residencias en manos de extranjeros, lo que implica que es también una de las autonomías en la que una iniciativa como la impuesta por Vox al PP tiene un mayor impacto en las obligaciones fiscales.

Un aspecto que el abogado de DMS Legal apunta es que esa reducción del Impuesto de Patrimonio puede tener un efecto colateral beneficioso tanto para la Hacienda balear como la estatal.

Al ahorrarse buena parte de ese tributo, hay extranjeros que hasta ahora han evitado fijar su residencia fiscal en las islas que pueden optar por hacerlo, según pone de relieve, y recuerda que en este caso, estas grandes fortunas pasan a tributar a través del IRPF por todas las rentas que obtienen no solo en España sino con carácter internacional.

Sobre este punto, Del Campo recuerda que el 50% del IRPF queda en manos de la Hacienda balear, y el resto va a la estatal, lo que abre la puerta a unos ingresos superiores a los del impuesto que se perdona. Hay que tener en cuenta que el tributo de Patrimonio solo se explica, en el ámbito europeo, en España, Noruega, Países Bajos y Suiza.

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