Las discotecas de Baleares rozan el lleno en las fiestas navideñas y aprovechan para subir precios

Los días de apertura durante las fiestas navideñas tienen la mayoría del aforo vendido desde mediados de este mes

Las entradas de último minuto pueden superar los 60 euros

Las discotecas esperan alcanzar el lleno en Navidad

Las discotecas esperan alcanzar el lleno en Navidad / ABONE

Fernando Guijarro

Fernando Guijarro

«Tras la pandemia se ha dado un cambio en los hábitos, y el público en general ha decidido apostar más por el ocio, con mayúsculas, que por otro tipo de consumo», afirma el presidente de la asociación balear de salas de fiestas y discotecas (ABONE), Miguel Pérez-Marsá. Eso explica que una semana antes de iniciarse las fiestas navideñas, muchas de estas instalaciones tenían ya vendidas la mayor parte de las entradas para los días clave, especialmente para la Nochevieja, y que ante esa intensa demanda estos negocios está optando por incrementar sus precios. La previsión del sector es que en esa fecha se va a tener que instalar el cartel de ‘completo’.

Las grandes discotecas tienen previsto abrir sus puertas durante las noches de los días 24, 25 y 31 de diciembre, y a mediados de mes ya estaban comprometidas el 75% de las entradas a la venta, con casos en los que ese porcentaje ya queda superado, situando el precio de acceso con derecho a una consumición en torno a los 50 euros.

Hay que tener en cuenta que hay pequeños establecimientos que mantienen su actividad de fin de semana durante todo el año y en estos casos sus precios son más económicos.

Precios al alza

Pero desde esta patronal se admite que dada la velocidad con se está reduciendo el aforo que queda disponible para esas noches y muy particularmente para la última de las señaladas, ese precio se va a ir incrementando. Por ello, Pérez-Marsá reconoce que aquellos que quieran comprar su entrada en puertas durante la misma la noche del día 31 podrían llegar a pagar entre 60 y 70 euros. Y ello en el caso de que quede aforo disponible.

El presidente de ABONE recuerda que las empresas del sector han tenido problemas para encontrar el personal necesario con el que poder hacer frente a estas celebraciones, pero se felicita de que finalmente se va a llegar a esos días con las plantillas completas.

Pérez-Marsá pone en valor no solo la intensa actividad que el ocio nocturno va a alcanzar durante las fiestas navideñas, sino muy especialmente el que las empresas del sector han llegado a estas fechas económicamente saneadas tras dos excelentes temporadas turísticas, lo que ha permitido poner fin a los números rojos que se registraron durante una pandemia que supuso la inactividad total.

Esta reactivación en los ingresos es lo que lleva a hablar de un cambio de mentalidad en los consumidores. «Si escuchamos a los comerciantes, las cosas no les van tan bien, pero nuestra situación y la de la restauración es muy buena», apunta. En su opinión, el ocio se ha convertido en una prioridad para los consumidores, ya sea saliendo de noche o acudiendo a bares y restaurantes, en detrimento de otros gastos.

Debido a este contexto, el presidente de ABONE explica que las perspectivas para el próximo año siguen siendo muy buenas, independientemente del impacto que la inflación o los conflictos bélicos puedan tener, al comprobar que la actividad de desarrollan está atrayendo a un volumen notablemente alto de personas, especialmente entre los turistas más jóvenes.

Paréntesis hasta Semana Santa

Hay que tener en cuenta que los principales centros de ocio nocturno, tras la celebración de la Nochevieja, mantendrán cerradas sus puertas hasta el inicio de la próxima temporada turística en Semana Santa.

Desde esta patronal balear se insiste en su advertencia del daño que al sector le generan las fiestas que se organizan en establecimientos que no disponen la autorización para ello, pero muy especialmente del peligro que eso supone para los que acuden a ellas, dado que muchos de esos locales no cuentan con las medidas de seguridad que sí se exigen a los negocios legales de ocio nocturno.

Miguel Pérez-Marsá subraya que la organización que preside lleva años denunciando este tipo de comportamientos ante las Administraciones, sin que haya habido grandes avances.

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