Aitor Martínez: «Los expertos son cada vez más críticos con el alquiler turístico»

Aitor Martínez defiende en la UIB una tesis que estudia aspectos sociales, económicos y culturales de estos alojamientos: «Por primera vez la comunidad científica valora más el impacto negativo»

Aitor Martínez García.

Aitor Martínez García. / A.COSTA/UIB

Irene R. Aguado

Irene R. Aguado

¿Qué impactos positivos y negativos tiene el alquiler vacacional en términos económicos, sociales y ambientales en el caso de Baleares? Esa es una de las preguntas que se hace Aitor Martínez en la tesis doctoral que acaba de defender en la Universitat de les Illes Balears (UIB). Recopiló toda una serie de causas que justifican esta práctica y los impactos que genera, todo dividido en factores positivos y negativos, y consultó a expertos cómo valoraban cada una de las variables. El resultado es inédito: «Por primera vez, los expertos valoran más el conjunto de impactos negativos que los positivos, por lo que son cada vez más críticos con el alquiler turístico. En todos los artículos científicos publicados hasta 2021 se valoraba más el impacto positivo», señala Martínez.

Frente a los impactos positivos, como la creación de empleo, la revitalización económica de la zona o el intercambio de culturas, el recién doctorado pone de manifiesto los negativos, como el aumento del precio de la vivienda y su escasez (uno de los factores más graves para los expertos), la contaminación, la inflación, la pérdida de identidad cultural o la congestión de espacios públicos. Por primera vez, la comunidad de expertos ha dado más peso a estos últimos.

Tal y como explica Martínez, para escoger a los expertos dio prioridad a la paridad entre voces críticas y no críticas. Entre los consultados hay políticos, representantes de ONG o empresarios, entre otros.

En su tesis, Martínez también ha elaborado un conjunto de soluciones junto a los expertos. Propone regular los requisitos ambientales y de calidad que se exigen, sancionar la oferta ilegal, o impuestos turísticos, divididos en dos tipos: los que propone el sector más liberal, que plantean aumentar los recaudatorios como la ecotasa, frente al sector más conservador, que sugiere impuestos disuasorios para frenar tanto la oferta como la demanda.

También se ponen sobre la mesa incentivos fiscales para el alquiler de larga duración, sanciones a los propietarios cuando los turistas causen molestias o limitar y zonificar los barrios y pueblos en los que puede haber alquiler turístico.

Sin embargo, para todo esto, añade Martínez, hace falta una legislación a medio-largo plazo que no se pueda modificar con los cambios de gobierno. «Todos los expertos a los que he consultado estaban de acuerdo en una cosa: será muy difícil alcanzar una estrategia política a medio largo plazo. Hay unanimidad en pensar que ni políticos ni empresarios se pondrán de acuerdo, lo que eternizará los problemas que genera el alquiler turístico», añade el doctor.

Bajo el título Alquiler vacacional: estado actual de la Investigación y análisis de sus impactos en las Islas Baleares, Martínez ha sentado una importante base para futuras investigaciones en este campo.

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