El ayuntamiento de Palma conocía la avería que impedía producir hidrógeno en Lloseta

El ex teniente de alcalde de Movilidad Sostenible, Xisco Dalmau, ha asegurado que el ayuntamiento de Palma era conocedor de la avería que impedía a la planta de Lloseta generar hidrógeno verde. Dalmau ha confirmado que «desde el primer día sabíamos que había un fallo técnico en el surtidor. La empresa nos lo dijo». Dicha avería influyó en el funcionamiento de los cinco autobuses comprados por el anterior ejecutivo por un valor de 4.832.135 euros y que tuvieran que suministrarse a través de hidrógeno de la Península. 

El que fuera máximo responsable de la Empresa Municipal de Transport (EMT) explica que se buscó una «solución temporal»: «El combustible alternativo provenía de una plataforma de Barcelona y llegaba semanalmente». Además apunta que el combustible «tenía una limitación» y no permitía cargar los cinco buses a la vez, por lo que siempre había una parte de la flota fuera de funcionamiento. 

Dalmau, sin embargo, explica que estas nuevas instalaciones, al ser las primeras en la isla, tenían posibilidades de contener algún fallo: «Hay que comprender que en estas nuevas tecnologías al principio puede haber problemas». Al mismo tiempo ha comentado que hasta su último día en el cargo, «cada semana llegaba el hidrógeno», y únicamente había dos buses de los cinco adquiridos que estuvieron parados por «problemas técnicos». 

También ha arremetido contra las empresas que gestionan la planta, Acciona Energía y Enagás, asegurando que no cumplieron los plazos que establecieron para el abastecimiento del hidrógeno: «Nos dieron varios plazos: en marzo, abril y junio. No se cumplió ninguno de los tres. Habría que pedir explicaciones a las empresas». 

En cuanto a las quejas de la presidenta del Govern, Marga Prohens, quien aseguró ayer que «se ocultó que no funcionaba», Dalmau ha respondido afirmando que el día de la constitución de los nuevos ayuntamientos en la isla él mismo trasladó toda la información a su sucesor, Toni Deudero: «Con el cambio de Govern expliqué todos los problemas al actual concejal». 

El Govern no sabía nada

El exdirector general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, se ha mostrado sorprendido ante la información que confirmaba la avería: «Me sorprende que tuviera defectos y aseguro que no lo hemos sabido hasta hoy». Pese a que el ayuntamiento de Palma era conocedor de la situación de la planta de Lloseta, desde la anterior Conselleria de Transició Energètica i Sectors Productius, liderada por Juan Pedro Yllanes, aseguran que «no tenían constancia» de la situación que impedía el correcto abastecimiento de la flota de autobuses. 

Malagrava ha confesado que, tras la prueba de tres autobuses en marzo, en la que participaron el exalcalde de Palma, José Hila, y la expresidenta del Govern, Francina Armengol, se puso en contacto con la planta y le confirmaron que «los buses no se podían cargar con hidrógeno de Lloseta debido a que estaban realizando pruebas y ajustes». De este modo, recalca que «la Conselleria no sabía nada del fallo técnico grave» y también carga contra las empresas gestoras asegurando que «han fallado en esto, y mucho». 

Por último, también ha negado las declaraciones de Prohens y ha afirmado rotundamente que «no se ha ocultado nada». 

«Estamos ante un ‘ecopufo’»

Desde el Partido Popular tildan de «máquina propagandística» la construcción de la planta por el antiguo ejecutivo, asegurando que «se ocultó que no funcionaba». Sagreras ha criticado que «estamos ante un ‘ecopufo’ de Armengol tras el fracaso en las políticas de sostenibilidad del anterior Govern que tapaban con muchas fotos, mucha propaganda y poca operancia». 

Marga Prohens también ha cargado contra el anterior Ejecutivo, pese a las declaraciones del exresponsable de la EMT, quien ha asegurado que sí que se informó de la avería: «El ayuntamiento de Palma hizo creer a los ciudadanos que funcionaban con hidrógeno de Lloseta. Creo que hay personas que deberían dar explicaciones ya que en ningún caso una apuesta por las energías renovables puede ser una farsa».