Veinticuatro de los 46 huevos de la primera tortuga que ha desovado en Mallorca ya son viables

Las autoridades no informan de cómo se protegerá a los 60 embriones que permanecen en la playa de Can Pere Antoni ante la inminente celebración de la nit de Sant Joan

Algunos de los huevos que permanecen en la incubadora del laboratorio de Andratx

Algunos de los huevos que permanecen en la incubadora del laboratorio de Andratx / CAIB

I. Olaizola

I. Olaizola

Los técnicos del Consorcio de Recuperación de Fauna de las Illes Balears (COFIB) han confirmado hoy que el 53% de los huevos de la primera tortuga que desovó en Mallorca, en la playa palmesana de Can Pere Antoni, ya son viables. Se trata de los 46 huevos de los 106 que puso la tortuga en el arenal de Ciutat el jueves de la semana pasada que han sido trasladados a incubadoras del Laboratorio de Investigaciones Marinas y Acuicultura (LIMIA), en Andratx. El porcentaje facilitado supondría que 24,3 huevos tendrían grandes posibilidades en convertirse en una cría de tortuga.

De lo que no se ha facilitado ninguna información durante la visita cursada esta mañana al LIMIA por parte del conseller de Medi Ambient i Territori en funciones, Miquel Mir, y la consellera en funciones de Agricultura, Pesca y Alimentación, Mae De Concha, es de qué se va a hacer con los 60 huevos de la puesta que aún permanecen en la playa de Can Pere Antoni. Y es que estamos a poco más de una semana que esa playa urbana se abarrote de vecinos para celebrar la tradicional festividad de la nit de Sant Joan. Una prolongada y ruidosa fiesta que podría alterar la normal evolución de los huevos dejados allí para su desarrollo de forma natural

«Tenemos las infraestructuras adecuadas para asumir nuevos retos fruto de la emergencia climática como por ejemplo las puestas de tortugas marinas, una especie catalogada como vulnerable y que, históricamente, ha puesto en el mediterráneo oriental», ha señalado Mir quién ha añadido que gracias al esfuerzo iniciado en 2019, cuando se produjo la primera puesta registrada en la isla de Eivissa, se han podido liberar al medio natural 120 ejemplares con un año de vida.

Los consellers han atendido las explicaciones de los técnicos del LIMIA y del Consorcio de Recuperación de Fauna de las Illes Balears (COFIB) que trabajan en un proceso que permitirá incrementar la posibilidad de sobrevivir de estos embriones.

De La Concha, por su parte, ha agradecido el trabajo del personal de ambas consellerias, que se han implicado de lleno en este proceso de incubación y ha puesto en relevancia «la tarea de conservación de la biodiversidad marina hecho esta legislatura, donde se han evidenciado más que nunca los efectos de la emergencia climática». En este sentido, se ha referido a las seis puestas de huevos de tortuga marina registradas desde 2019 y también al proyecto de recuperación de tiburones, como los alitanes, que ya ha permitido liberar una quincena al medio natural.

«Desde la colaboración», ha asegurado, “hemos puesto en marcha proyectos para mejorar y conservar los hábitats de algunas especies del Mediterráneo, y hemos trabajado también de la mano de los pescadores y otras entidades, con el objetivo y el compromiso de mantener vivo y rico el mar que nos rodea». En este sentido, ha querido remarcar la apuesta por la investigación que ha hecho la conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación con el IRFAP (Instituto de Investigación y Formación Agroalimentaria y Pesquera de las Illes Balears), del cual depende el LIMIA, con especies como la lubina.

Mir, por su parte, ha defendido que «es muy importante que desde las administraciones se pongan los recursos necesarios para garantizar la supervivencia de especies protegidas, especialmente en el medio marino, mucho más frágil, pues conservar la riqueza de la biodiversidad es fundamental para asegurar no solo la salud del medio ambiente sino la salud humana, tal como ha demostrado la pandemia».

De Concha ha destacado, además, que esta legislatura se han sumado hasta 4.200 nuevas hectáreas de superficie marina protegida con la creación de dos nuevas reservas (la de los Islotes de Ponent de Eivissa) y la ampliación de otras dos (Sa Dragonera, y la de la isla del Toro y las islas Malgrats). «Las Balears son un ejemplo de gestión y protección marina para el resto de Europa, como se demostró en el congreso celebrado el pasado octubre, con 12 reservas marinas y 68.000 hectáreas marinas protegidas». Mir, finalmente, ha añadido que «en materia de conservación, estas dos últimas legislaturas han sido las más prolíficas logrando la protección de más de 120.000 hectáreas, de las cuales 95.000 son marinas, suponiendo la mitad del total de superficie protegida en las Illes Balears.