BOULEVARD

Detalles mínimos que explican la catástrofe máxima de la izquierda el 28M

A las 8.30 de la mañana del lunes, María Frontera

ya apuñalaba por la espalda a Francina Armengol, autora del eslogan de campaña «estoy orgullosa de los hoteleros»

Prueba a votar progresista en domingo tras haber recorrido la Vía de Cintura entera en segunda marcha entre semana.

Prueba a votar progresista en domingo tras haber recorrido la Vía de Cintura entera en segunda marcha entre semana. / Manu Mielniezuk

Matías Vallés

Matías Vallés

Una semana ya y ni un atisbo de autocrítica, lo cual obliga a enumerar sucintamente los detalles mínimos que explican la catástrofe máxima de la izquierda el 28M. No es oportunismo, todos los puntos rememorados vienen siendo denunciados desde antiguo en esta misma página. Y recuerde, la izquierda no resuelve los problemas pero la derecha los empeora:

Agresión sexual a menores tuteladas. El responsable de la gestión es promocionado a número dos en las listas.

Patinetes. Cuántos votos ha costado la promoción pagada de los agresores de las aceras, en plena contienda electoral.

Nepotismo sanitario. Gran idea, colocar a un matrimonio entero al frente de una institución, copiada por el PP.

VAO. Antiecológico, clasista, perdonavidas, típico del Consell de una Cati(lina) Cladera con la empatía de una manguera.

Covid. «Hemos salvado vidas», la frase más repetida de Francina Armengol. Menos la suya, por prestar oído a fanáticas.

Grafitis. La tolerancia al insulto gráfico define a una izquierda perezosa y con la sensibilidad artística de un calamar.

Fotos con hoteleros. «Estoy orgullosa de los hoteleros», Armengol en campaña. A las 8.30 del lunes ya la apuñalaba por la espalda, según estila, María Frontera.

Sa Feixina. Los pasmarotes acobardados patrimoniales la han convertido en un símbolo de la ultraderecha.

Los primeros en vacunarse. Se promociona en listas y cargos a los asaltacolas que se apropiaron de vacunas ajenas contra la covid, salvando vidas propias.

Taxis. ¿De verdad pensaban ganar unas elecciones encubriendo al colectivo menos apreciado por la ciudad sin taxis?

Millones públicos al Real Mallorca. La izquierda subvenciona a niñatos multimillonarios con Porsche.

IB3. Arruinan el debate de campaña con su versión del gran éxito de Sánchez, «¿IB3 de quién depende? Pues ya está».

Legalizar los ‘beach clubs’ a escondidas. Simplemente repugnante, imagine esta arma en manos de la derecha.

Ruido. Pregúntese, si el estruendo se lo permite, por qué ningún alcalde repite en Cort desde hace 25 años.

Novecientos millones a los hoteleros. Los progres siempre caen en la doctrina Sampol, pagar a quienes les devorarán.

Despojar a Palma de los solares de Son Vida. Ahora se entiende la urgencia de Neus Truyol, por malvender suelo público a alemanes antes de que la echaran.

Formentor. En la doble faceta de cerrar el paso a los nativos en beneficio de los millonarios, y de amparar la destrucción del hotel. Caiga sobre sus cabezas.

Peluquerías sexuales. La mojiganga mojigata del PSOE blablea contra la prostitución, mientras inunda Palma de falsas peluquerías con servicio completo.

El Fraude de la Oficina Antifraude. Echad de inmediato a los okupas de ese edificio, dignos émulos de la fiscalía llorona que apenas si han encontrado un caso de corrupción en siete años, y es del PP.

Coches de alquiler por todas partes. No pagan en Mallorca ni los impuestos de circulación, y amenazan la vida de los indígenas que el PSOE presumía de salvar.

Trece muertos en Sant Llorenç. Y ni una sola dimisión, el escándalo no lo borra el cambio de legislatura o de Govern.

Terrazas ilegales. La izquierda pensaba que la promoción de conductas mafiosas de ocupación del espacio público iba a beneficiarle. Enhorabuena.

Encierro de estudiantes «bajo custodia policial». Sabia medida estalinista, sin interrogar ni encerrar a uno solo de los hoteleros que causaron los contagios. Para esto ya tenemos a la derecha.

Derribo masivo de casas históricas. No hay un solo rasgo del urbanismo mallorquín que hubiera sido menos sangrante con los conservadores.

Atascos. Pruebe a votar el domingo a la izquierda, después de haber recorrido varias veces entre semana la Vía de Cintura entera en segunda marcha.

‘Boat parties’. Otro símbolo de la tolerancia, la complicidad y la desidia del Govern salvavidas.

Suciedad. No necesita ampliación.

REB. En efecto, el Régimen Especial Bluff se anota en último lugar porque nadie sabe lo que es.

Reflexión dominical desconsolada: «Va el hombre hacia sí con su calvario». Bibi Andersson murió ayer, Carlota Vicens.

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