La historia de Maria de Santa Eugènia: un ejemplo de educación inclusiva

En L’escola, el centre més especial sus autores narran cómo la escuela de Santa Eugènia asumió la escolarización de Maria, una niña con discapacidad grave, y los retos y beneficios que ello supuso para ella y para el resto de compañeros.

Con este libro, publicado por Nova Editorial Moll, se quiere evidenciar que la escuela inclusiva es posible si hay disposición y recursos y nace de la tesis de Joana Llabrés, dirigida por Joan Jordi Muntaner y Begoña de la Iglesia. Los tres, miembros del Grup de Recerca en Escola Inclusiva i Diversitat de la UIB, firman el título, que se presenta el 21 de diciembre en la Lliberia Lluna de Palma a las 20 horas.

Maria nació en Santa Eugènia. Era una niña feliz, que iba cumpliendo meses y avanzando en su desarrollo, hasta que a los dos años, tras una consulta al médico, llegó el diagnóstico: tenía síndrome de Rett, un trastorno del neurodesarrollo de origen genético. 

La pequeña empezó a ir a la ‘escoleta’ del pueblo vecino donde «era una más». Cuando cumplió tres años llegó el momento de pasar a la escuela y surgieron las dudas de la familia: ¿En el colegio de su pueblo, un centro ordinario, podrían darle todos los recursos necesarios?«Nosotros sabíamos que que Maria necesitaba una fisioterapeuta, una logopeda, una maestra de Pedagogía Terapéutica (PT) y una Auxiliar Técnica Educativa y en aquel momento en la Conselleria no nos aseguraban nada», recuerda la madre. 

La tenacidad e implicación de la familia

La familia se movió. Fue a hablar con representantes de Educación, con el inspector, con conocidos del sector educativo y, también, con el director y la jefa de estudios del colegio. Estos preguntaron qué era exactamente el síndrome de Rett y la madre se comprometió a elaborar un dossier para todos los maestros y preguntó: «¿Aquí habría algún problema si la escolarizamos?».

 El director, queriendo respetar la voluntad de los padres y consciente de que la inclusión educativa es un derecho de los alumnos con discapacidad, respondió: «Ningún problema. Pediremos todos los profesionales que necesite tener, el material... todo». 

Y así empezó la historia de inclusión de Maria en el colegio al que iban todos los niños de su pueblo. Joana Llabrés es una de las maestras que vivió el proceso de cerca. Especializada en educación inclusiva por la Universitat, en 2019 culminó sus tesis sobre la escolarización de Maria y hoy su trabajo doctoral se ha transformado en un libro que firma de forma conjunta con Joan Jordi Muntaner y Begoña de la Iglesia, sus tutores de tesis. 

En esta obra se describe con declaraciones de la familia, equipo directivo, maestros y compañeros el proceso de escolarización de Maria en Infantil y Primaria: la tenacidad e implicación de la familia y la predisposición del centro; las dudas y miedos y cómo las fueron superando; los recursos utilizados y los efectos positivos que generó, tanto para María, integrada en la escuela y en el pueblo, como para los otros niños: «Les enseñó a ser personas», dice la madre de un compañero; «Han desarrollado el altruismo y la empatía», señala un padre; «Nos ha enseñado que no todo el mundo hace las cosas igual», indica una compañera. 

"Maria nos ha enseñado que no todo el mundo hace las cosas igual"

Fundamentos de la educación inclusiva

La historia de María se complementa con investigación científica y explicaciones sobre qué es la educación inclusiva, elementos para alcanzarla con éxito y su importancia.

Para Joan Jordi Muntaner, catedrático de Didáctica y Organización escolar, el trabajo de Llabrés es importantísimo al ser una «evidencia» de que la inclusión es «necesaria» y «posible»: «Y hablamos de una niña que estaba gravemente afectada, no hablaba ni caminaba, y pudo acudir a un colegio ordinario», subraya.

El libro, señala, puede servir para dar fuerzas a familias que quieran seguir este camino y se encuentren con que, como le sucedió a los progenitores de Maria en varias ocasiones, se les trate de desviar a educación especial. El especialista recuerda que la inclusión requiere recursos pero sobre todo «una determinada actitud y unos valores».  

Maria falleció al acabar Primaria, pero su historia quedará para siempre gracias a este libro, así como su recuerdo perdura en un pueblo y en una escuela que la acogió con naturalidad y alegría.