El calor marcó ayer el inicio del curso en los centros escolares alrededor de la isla. En el CEIP Es Molinar de Palma, varios profesores se han visto en la obligación de comprar ventiladores para afrontar las altas temperaturas durante estos primeros días de curso escolar, en los que se ha declarado alerta amarilla por calor.
Muchos docentes ayer tuvieron que hacer frente a una jornada escolar en la que los termómetros marcaron, en momentos concretos, hasta los 34ºC. La media de temperaturas de la mañana rondó los 30ºC. En muchos colegios las aulas no cuentan con ningún tipo de sistema de refrigeración ni ventilación, más allá de poder abrir las ventanas. En algunos centros, incluso, se han colocado sombrillas en el patio.
«Sólo unos pocos afortunados cuentan con ventiladores en las aulas. Yo no dispongo de ninguno, así que he tenido que comprarme uno por Amazon que llegará, con suerte, a finales de semana», lamentaba un docente del CEIP Es Molinar.
La misma situación se ha vivido en el CEIP Punta de n’Amer, aunque en esta ocasión los profesores han tenido que llevar a las aulas sus propios ventiladores, desde sus casas.
En otros centros, como es el caso del CEIP Son Juny, en el municipio de Sant Joan, los profesores han optado por otra estrategia para hacer frente a la situación provocada por el calor en las aulas y el exterior. El centro envió ayer a los padres un mensaje para avisar de que hoy, entre las doce y media y la una y media del mediodía, se llevará a cabo una jornada de juegos de agua, con la finalidad de evitar que los niños puedan sufrir las consecuencias de las altas temperaturas. La Agencia Estatal de Metereología (AEMET) declaró para ayer y para hoy la alerta amarilla por altas temperaturas en Mallorca.
En el interior de las aulas del CEIP Aina Moll i Marquès ,en Palma, uno de los centros que disponen de ventiladores (comprados por el AMPA), ayer por la mañana se registraron temperaturas de hasta 34ºC. El centro, que no cuenta con muchos espacios de sombra en su recinto, recomendó ayer a los alumnos el uso de gorra para permanecer en el exterior y los docentes se encargaron de forma rutinaria de asegurar que los alumnos se mantuvieran hidratados, como recomienda el protocolo de actuación frente a altas temperaturas que emitió la conselleria de Educación para este curso 2022-2023.
Esta situación de extremo calor fue uno de los argumentos principales que defendió la comunidad educativa de Baleares durante el periodo no lectivo para evitar iniciar el curso escolar la primera semana de septiembre, ya que la mayoría de los centros no cuenta con aire acondicionado y las condiciones climatológicas podrían resultar lesivas para los alumnos.
