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Natalia Bueno: «Este verano llegaremos a los precios de la anterior burbuja»

La demanda de pisos de los residentes sigue alta pero se teme una caída a partir del otoño

Natalia Bueno, presidenta del colegio balear de agentes de la propiedad inmobiliaria

«Este verano llegaremos en Mallorca a los precios medios de la vivienda que había durante la burbuja inmobiliaria», vaticina la presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las islas, Natalia Bueno. Porque según esta representante del sector inmobiliario, la demanda de los residentes de las clases medias y medias altas sigue siendo muy elevada, aunque no se oculta el temor existente en el sector respecto a lo que puede suceder una vez concluya la actual temporada turística en el actual marco de incertidumbre económica y de intensa escalada de los precios.

«Si sale al mercado una vivienda de menos de 200.000 euros, no se tarda ni dos meses en venderla», señala Natalia Bueno, y añade que las operaciones de compraventa relacionadas con el mercado local se están situando en niveles superiores a los de 2021 sin dar muestras de enfriamiento, a diferencia de lo que sucede con el segmento de lujo para extranjeros.

Es en este contexto, en el que los precios mantienen una evolución al alza, es el que la presidenta de los API se declara convencida de que los valores medios de los pisos de Mallorca se situarán al nivel de los que existían durante la ‘burbuja’ de principios de este siglo, impulsados también por una importante tasa de adquisiciones que se producen como inversión, ya sea para reformar el inmueble para volver a venderlo y conseguir un apreciable beneficio o para alquilarlo. Esta tendencia se está intensificando en un momento en el que los intereses que pagan los bancos por el ahorro son inexistentes y en el que la inestabilidad caracteriza el mercado bursátil.

Palma y sus alrededores siguen siendo los puntos de mayor demanda y, consecuentemente, los que muestran los precios más altos, a los que siguen la zona del Raiguer que dispone de buenas comunicaciones de tren con la capital. Como ejemplo, apunta que «en Petra puedes encontrar viviendas por menos de 1.000 euros el metro cuadrado, pero el problema es que hay muy poca demanda para irse a vivir a este municipio».

También el mercado del alquiler sigue tensionado. «Si se ofrece una vivienda por menos de 700 euros mensuales, la presión es brutal y se forma una cola de 20 personas que quieren visitarla», afirma, y destaca que lo mismo sucede con las casas de campo que se quedan por debajo de los 1.300 euros al mes.

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