El sector náutico podría llegar a tener un peso significativo en la economía balear, pero lo cierto es que debe superar retos y obstáculos importantes para desarrollar todo su potencial. Para analizar y debatir las cuestiones que afectan directamente a esta actividad el Club Diario de Mallorca celebró el pasado 27 de abril el Foro Náutico en el que tuvieron lugar dos mesas de debate de expertos. El evento, prólogo de la Palma Boat Show que se celebra estos días en Ciutat, contó con el patrocinio de la Fundació Mallorca Turisme, Alcudiamar, 3-G Hidráulica y Parker Store; y con el apoyo de Balearic Marine Cluster.

La primera mesa redonda centrada en Formación, la clave para el desarrollo de la industria náutica de grandes yates contó con la participación de Llorenç Pou, director general de Ocupación del Govern balear; Margalida Furió, de la Fundació Universitat Empresa; Diego Colón de Carvajal, director general de Astilleros Mallorca; y Antoni Salom, presidente de Balearic Marine Cluster. En el segundo debate, titulado Retos de Mallorca como destino náutico de grandes yates, participaron Tomeu Bestard, CEO de Alcudiamar, Jonathan Syrett, broker y consultor náutico, CEO de Hamilton Marine; León Von Ondarza, abogado especialista en náutica; y Miguel Ángel Serra, abogado y economista, socio de Albors. Por su parte Isabel Teruel, directora de OCIBAR Balearic Marine Cluster, fue la encargada de moderar los dos coloquios.

Marisa Goñi, directora de Diario de Mallorca, subió al estrado para inaugurar esta jornada resaltando la importancia del sector náutico en sus vertientes industrial y turística al tiempo que recordaba la necesidad de invertir en formación «si queremos avanzar hacia una economía de valor añadido».

Llorenç Pou, director general de Ocupación; Margalida Furó Fundació Universitat Empresa; Diego Colón de Carvajal, director general de Astilleros de Mallorca; y Antoni Salom, presidente de Balearic Marine Cluster; participaron en la mesa sobre formación. MANU MIELNIEZUK

La primera mesa redonda, abordó las exigencias de la industria náutica para poder crecer. Los ponentes coincidieron en que la falta de personal cualificado es uno de los impedimentos para mejorar la competitividad. Llorenç Pou admitió que «nos encontramos con la paradoja de un actividad con mucha capacidad de expansión pero que al ser relativamente nueva tiene problemas de formación». Para paliar este déficit señaló que «acabaremos esta legislatura con un despliegue de nuevos centros en Mallorca. Están en construcción el centro del polígono de Son Castelló, que queremos que sea la vanguardia, y otro en el Port d’Alcúdia».

Margalida Furió explicó que la formación de posgrado de náutica que imparte la UIB es fruto de la demanda directa de Astilleros de Mallorca. y señaló que ya se han formado cien personas gracias a este máster. «Nuestra ventaja es que podemos ayudar a diseñar una formación a medida de la mano del sector que sabe qué carencias tiene». 

A pesar de que «la náutica se ha convertido en el sector prioritario de la reindustrialización de Mallorca, con más creación de empleo y de empleo de calidad», Diego Colón de Carvajal recordó que las empresas se han visto obligadas a recurrir a personal de fuera. En su opinión, además de potenciar los centros de formación también es necesario llevar a cabo un cambio de modelo empresarial: «La fuerza de la innovación y de la capacitación tiene que estar basado en un número pequeño de empresas». 

La falta de personal cualificado se ve agravada además por la escasez de formadores. Esta fue una de las ideas que puso sobre la mesa Toni Salom. Dada la alta demanda laboral, Salom reclamó que se agilizaran los trámites necesarios para que los profesionales en activo puedan ejercer como formadores. 

Mallorca y los grandes yates

La segunda mesa se centró en las dificultades que encuentran el turismo de grandes yates para recalar en Mallorca. Los ponentes coincidieron en que el desarrollo de la vertiente turística de la náutica pasa por la creación de infraestructuras para ofrecer servicios a las embarcaciones. Tomeu Bestard señaló que actualmente las marinas de Balears no tiene capacidad para acoger grandes yates. «No hay una voluntad política de dar una respuesta a esta demanda porque el lobby ecologística ha hecho creer que la actividad náutica es un atentado contra el territorio». Bestard lamentó que se «haya dejado morir» la industria astillera de Balears y se preguntó si realmente «creemos que la industria náutica puede ser un motor de cambio». Incidió en que para que despegue, además de formación, es necesario resolver «la falta de espacio industrial y portuario para crecer y dar respuesta a una demanda que crea trabajo y conocimiento».

La falta de amarres, las dificultades burocráticas para que los grandes yates con bandera de otros países operen como charter en España; además de los elevados impuestos; fueron algunas de las causas que Jonathan Syrett señaló como causantes del «éxodo» de estas embarcaciones al Este del Mediterráneo. Al hilo de esta constatación León Von Ondarza lamentó que «nuestra mesa sea la más negativa» del Foro. Coincidió en que el impuesto de matriculación que se exige a estos buques es un «agravio comparativo» y explicó que España tendría que «simplificar, suavizar los trámites sin que suponga una rebaja en el control». Así mismo reclamó soluciones desde el punto de vista administrativo, fiscal y laboral para impulsar el desarollo de esta actividad.

El sector náutico adolece de falta de espacios industriales y portuarios

Miguel Ángel Serra afirmó que «no somos líderes en turismo de grandes yates», a pesar de los beneficios que aportaría esta actividad y de las ventajas de Balears respecto a sus competidores para desarrollarla. A su entender, «el problema es que ellos quieren venir, pero no les dejamos». Para romper esta dinámica Serra señaló que «hay dos factores que influirían muy positivamente para que pudiéramos equipararnos con Italia y Francia:Importar barcos comerciales de forma neutral fiscalmente, y reformar el impuesto de matriculación para convertirlo en una especie de impuesto de circulación».

Lucía Escribano, directora insular de Turismo del Consell, fue la encargada de clausurar el Foro Náutico expresando su apoyo a un sector con un gran impacto económico en las isla y mencionó la voluntad del su departamento de apoyarlo y promocionarlo.