Si el estado de la mar acompaña, la flota pesquera balear ha salido hoy a faenar y sus capturas estarán a disposición de los consumidores locales a partir de mañana en las pescaderías de las islas.
Relacionadas
Las ayudas ofrecidas esta tarde al sector por el ministro de Pesca, Luis Planas, han servido para desamarrar la flota pesquera balear y del resto del país después de tres días sin salir a la mar por el elevado precio del gasoil que impedía rentabilizar satisfactoriamente el fruto de su trabajo.
Tal y como explicó el secretario general de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores, Antoni Garau, el ministro Planas habría ofrecido, en nombre de la Unión Europea, una subvención de hasta 35.000 euros por embarcación para paliar el alza en el precio del combustible.
Paralelamente, el Gobierno español ha ofrecido a los pescadores una reducción de las tasas portuarias, la posibilidad de acceder a créditos «blandos» y una exoneración temporal de sus cotizaciones a la Seguridad Social. Y todo ello con retroactividad desde el pasado 24 febrero, fecha de la invasión rusa de Ucrania.
Baleares aumenta ayudas al transporte, sector primario y personas vulnerables
Por Real Decreto
Pese a que las ayudas ofrecidas no satisfacían su reclamación previa de una subvención directa sobre el coste del gasoil profesional, Garau dio por sentado que el sector pesquera volverá a la mar siempre y cuando lo ofrecido se plasme en un real decreto que sea aprobado en el próximo consejo de ministros del próximo martes, 29 de marzo.
En una convocatoria a los medios de comunicación en el moll pesquero celebrada ayer por la mañana, horas antes de la reunión en el Ministerio, los pescadores intentaron exponer de forma nítida la precaria situación que vive su sector.
Así, Pedro Mercant, el presidente de la organización OpMallorcaMar que comercializa el pescado extraído por las cofradías de la isla, explicó que, antes de la crisis y de que el precio del gasoil se disparara, cada embarcación pesquera, independientemente del arte al que se dedicara, había de destinar el 35% de su volumen total de capturas a pagar el carburante.
Otro ejemplo que puso el presidente de la empresa comercializadora es que un barco de arrastre ha de pagar hoy 390 euros más en gasóleo cada día que sale a la mar que antes de la subida del combustible.
Domingo Bonnín, presidente de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores, resumió muy acertadamente la situación: «Si la sociedad balear quiere tener un sector pesquero, ha de tener claro que esto tiene un coste. Y que recuperarlo una vez que se haya perdido resultará más caro», advirtió.
Desconvocado el paro de camiones del lunes tras dar el Govern 5,5 millones
«Venimos de una crisis eterna»
Mercant, que coincidió con Antoni Garau en que el precio máximo que puede asumir el sector es de unos 60/70 céntimos por litro de gasoil, lamentó que «además venimos de una crisis eterna», señaló recordando la paulatina desaparición de las embarcaciones de pesca de Balears por el incremento de los costes de explotación y la falta de relevo generacional para una profesión muy dura. Pese a ello, el presidente advirtió de que, sin pescado local en las lonjas de las Islas, el pescado procedente de la península incrementará su precio.