Saturación de autopistas y de la red viaria palmesana durante la mañana, y un retraso en el inicio de un acto con la presencia de dos ministras y de la presidenta del Govern. Ese fue, a grandes rasgos, el resultado de la protesta protagonizada por unos 150 camiones durante la jornada de ayer, y que no afectó al abastecimiento de productos en las cadenas de alimentación ni a la entrada de mercancías a la isla, según se aseguró tanto desde el Govern como desde las empresas de supermercados. Los manifestantes anunciaron que hoy no habrá nuevos actos de protesta, a la espera de comprobar cómo evolucionan las reuniones con la Administración.
La jornada se inició a primera hora de la mañana con el colapso de alguno de los principales ejes viarios de la isla, como las autopistas de Inca y de Llucmajor, además de la vía de cintura palmesana, especialmente patente a partir de las 7,30 horas, con problemas que se fueron concentrando en el Paseo Marítimo de la ciudad, vial en el que dieron varias vueltas para hacer visible su malestar ante el Consolat de Mar, sede del Govern, para posteriormente concentrarse en la zona de Son Pardo. Todo ello acompañado del sonido de los cláxones que los conductores hicieron sonar para hacer más patente su protesta. Los organizadores cifraron en unos 150 los vehículos participantes.
Tras esa concentración, los camiones se trasladaron hasta la calle Aragón para llevar la movilización hasta la sede de la patronal CAEB y de su federación de transportistas, para luego trasladarse hasta Lloseta, donde estaba convocado el acto inaugural de la planta de hidrógeno verde de esa población, y que estuvo protagonizado por las ministras para la Transición Ecológica y de Industria, Teresa Ribera y Reyes Maroto respectivamente, junto a la presidenta balear Francina Armengol. El inicio de dicha inauguración se vio retrasado debido precisamente a la protesta de los camioneros.
La justificación de esta movilización, convocada a nivel estatal por la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías, radica en el alza que se ha registrado en el precio de los carburantes, que hace inviable la sostenibilidad de muchas pequeñas y medianas empresas del ramo, según coincidieron en señalar el portavoz de los participantes, Daniel Serra, y el transportista Biel Perelló, por lo que reclamaron medidas urgentes para abaratarlo.
Según señaló Serra, la protesta de ayer se organizó a través de plataformas de whatsapp, y al no estar autorizada se decidió mantener un comportamiento que no pudiera caer en la ilegalidad, optando por circular a baja velocidad pero dentro de los límites establecidos, es decir, a 60 kilómetros por hora en las autopistas y a 20 en ciudad, sin realizar ninguna parada, lo que permitió colapsar el tráfico en algunos puntos del recorrido.
El presidente de la agrupación de transporte de mercancías perteneciente a CAEB, Ezequiel Horrach, reconoció que aunque la cifra de personas participantes en la protesta era baja (unos 150 camiones en un sector que en las islas concentra a 28.000 vehículos), contaban con el apoyo «moral» de su organización. Sin embargo, subrayó que no podía respaldarla físicamente porque no había sido convocada legalmente.
Este representante empresarial puso de relieve que la situación se ha vuelto «insoportable» para los transportistas, especialmente para los pequeños y medianos, y reivindico un recorte en la fiscalidad del gasoleo, recordando que prácticamente la mitad de su precio corresponde a impuestos.
Horrach apuntó que hoy se reunirá la junta directiva de esta patronal, con el fin de abordar el problema que supone el encarecimiento de los carburantes, para posteriormente mantener un encuentro con el director general de Transportes del Govern, Jaume Mateu.
Este último compareció también para lamentar una protesta que «no ha beneficiado a nadie» y que en su opinión solo sirvió para entorpecer el tráfico. Sobre este tema, señaló que el suministro de mercancías a las islas está garantizado y que se ha mantenido sin problemas, un dato respaldado desde las cadenas de supermercados y por Mercapalma.
Jaume Mateu afirmó no disponer de un interlocutor con los que han desarrollado la protesta, por lo que indicó que los contactos se van a mantener con la federación de CAEB. En cualquier caso, pidió «responsabilidad» a los transportistas.
Igualmente, recordó el apoyo expresado por la presidenta Francina Armengol para que el Gobierno central adopte medidas que permitan abaratar el combustible.