Las floristerías de la isla vuelven a recuperar el optimismo, a tenor de las buenas ventas que han realizado estos últimos días con motivo de la celebración de Tots Sants. Según señalaron fuentes de PIMEM, las ventas realizadas estas últimas fechas son muy parecidas a las que se reflejaron hace dos años, es decir, antes de que se declarara la pandemia. De hecho, la situación sanitaria obligó a muchas familias a improvisar un centro de flores, en vez de comprar los tradicionales ramos.

Muchas de las pequeñas floristerías han vuelto a recuperar los trabajos más artesanales con los que se distinguen con respecto a las grandes superficies. Algunos de estos negocios han apuntado «el deseo de recordar de manera muy especial a los fallecidos durante la pandemia».

Según datos de la patronal, este año cada familia que ha querido recordar a sus fallecidos se ha gastado una media de unos 60 euros en flores. Es prácticamente el doble de lo que se gastaron el año pasado. Las floristerías están muy satisfechas con las ventas registradas este año.